Listeria

Muchos alimentos han sido asociados con L. monocytogenes, especialmente cuando están en forma cruda. Entre los principales ejemplos se encuentran los productos procesados listos para el consumo, las aves de corral y las carnes, las verduras, los mariscos y la leche, los quesos (especialmente las variedades blandas) y los helados incorrectamente o sin pasteurizar.

La contaminación puede proceder de estas materias primas, del aire y de los trabajadores de la industria alimentaria y de los entornos de procesamiento de alimentos. La mayoría de los expertos coinciden en que la contaminación posterior al procesado procedente de las superficies en contacto con los alimentos representa el peligro más claro y presente, y las superficies pueden albergar el organismo durante años. Por ejemplo, la cepa idéntica de L. monocytogenes recogida en un caso de listeriosis humana en 1989 se aisló más de una década después en una loncha de pavo fresca producida por la misma planta de procesado.

Varios brotes de L. monocytogenes de gran repercusión en la última década han afectado a las empresas alimentarias y a sus consumidores, atrayendo una mayor preocupación y atención de los inspectores, los medios de comunicación y el público en general. Algunos han calificado el creciente interés por este patógeno de «histeria por la Listeria».

Ciertamente, el control de las especies de Listeria, incluida la Listeria monocytogenes, es vital. Los procesadores de alimentos no deben bajar la guardia a la hora de realizar pruebas para detectar este patógeno persistente, muestreando metódicamente el producto final y las áreas clave dentro de los entornos de producción de alimentos, así como otras superficies de contacto y no contacto con los alimentos en las plantas que podrían ser reservorios de Listeria. También deben tener en cuenta el hecho de que L. monocytogenes puede crecer a temperaturas de refrigeración.

Para ayudar a estos esfuerzos críticos, los productores de alimentos cuentan con la tecnología para cultivar potencialmente organismos selectivos como Listeria monocytogenes a niveles detectables, al tiempo que evitan que microorganismos menos dañinos también crezcan e interfieran con las pruebas precisas. Luego deben evaluar su presencia y prevalencia.

Los kits de pruebas rápidas para las especies de Listeria, así como el patógeno Listeria monocytogenes, han estado entre las pruebas de más rápido crecimiento en la industria alimentaria. A medida que los requisitos normativos mundiales han cambiado y se han vuelto más estrictos, la demanda de pruebas de Listeria ha aumentado drásticamente. Además, como la industria alimentaria se ha vuelto más global y cada vez más competitiva, los procesadores quieren resultados que puedan ser entregados más rápidamente y con más detalles.

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