Un rápido paseo por el pasillo de aperitivos de cualquier tienda de comestibles y usted notará que las patatas fritas de coco están creciendo en popularidad. Los devotos de la dieta cetogénica y baja en carbohidratos saben que los crujientes copos de coco son una gran manera de satisfacer el antojo salado, dulce y crujiente de las patatas fritas sin la sobrecarga de carbohidratos de almidón.
La buena noticia es que puedes ahorrarte unos cuantos dólares en esas caras bolsas del supermercado y hacer tus propias patatas fritas de coco en casa. La idea de abrir un coco puede parecer intimidante, pero no temas: es mucho más fácil de lo que crees.
En primer lugar, es importante elegir un buen coco. Los ojos del coco, esos tres pequeños agujeros en un extremo, son un buen indicador. Cualquier signo de decoloración podría ser moho y una señal de que el coco no es fresco. Agítalo bien y asegúrate de que oyes un sonido de chapoteo en su interior. Esto significa que hay agua en su interior (sí, agua de coco).
Una vez que hayas recogido tu coco, necesitarás un destornillador y un martillo para empezar a partirlo. Puedes usar un martillo para tu coco después de haberle quitado el agua, pero una breve cocción en el horno te ahorrará mucho tiempo, ya que te facilitará sacar la carne del coco de su cáscara. Sólo tiene que dejar que el coco se enfríe completamente antes de partirlo.
.