Diseño del estudio: Un estudio de seguimiento de 25 años de 606 miembros de la cohorte de Framingham basada en la población, que habían recibido radiografías lumbares laterales en 1967-1968 y 1992-1993, y completaron una entrevista sobre los síntomas de la espalda en el segundo examen.
Objetivos: Evaluar si las lesiones calcificadas en la pared posterior de la aorta abdominal, origen de las arterias de alimentación de la columna lumbar, se asocian a la degeneración discal o al dolor de espalda, lo que sugeriría que la isquemia de la columna lumbar conduce a la degeneración discal.
Métodos: Se comprobó la presencia de calcificación aórtica radiográfica delante de cada segmento lumbar desde L1 hasta L4, y la degeneración discal en los espacios intervertebrales desde L1-L2 hasta L4-L5. Las asociaciones entre la calcificación aórtica, la degeneración discal y el dolor de espalda se probaron mediante regresión logística con ajuste por edad y sexo.
Resultados: En el examen inicial, la calcificación aórtica se asoció significativamente con la degeneración general del disco, es decir, el estrechamiento del espacio del disco o la esclerosis de la placa terminal en cualquier nivel lumbar (odds ratio 1,6; intervalo de confianza del 95% 1,0-2,5; P = 0,034). En los análisis longitudinales, específicos para cada nivel, en los que se compararon las calcificaciones aórticas locales con la degeneración del disco en el nivel correspondiente, las calcificaciones aórticas predijeron el deterioro del disco, es decir, la disminución del espacio del disco o la aparición de esclerosis de la placa terminal, entre los exámenes (odds ratio 1,5; intervalo de confianza del 95%: 1,3-1,8; P < 0,001). Además, los sujetos en los que se desarrollaron calcificaciones aórticas entre los exámenes tuvieron un deterioro del disco dos veces más frecuente que aquellos en los que no se desarrollaron calcificaciones aórticas (odds ratio 2,0; intervalo de confianza del 96% 1,2-3,5; P = 0,013). Asimismo, los individuos con calcificaciones aórticas posteriores graves (grado 3) delante de cualquier segmento lumbar eran más propensos que los demás a referir dolor de espalda durante la vida adulta (odds ratio 1,6; intervalo de confianza del 95% 1,1-2,2; P = 0,014).
Conclusiones: La aterosclerosis aórtica avanzada, que se presenta como depósitos calcáreos en la pared posterior de la aorta, aumenta el riesgo de una persona de desarrollar degeneración discal y se asocia con la aparición de dolor de espalda.