Antecedentes: La hiperpotasemia es una complicación potencialmente mortal derivada del uso de inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA); los datos para orientar la intensidad de la monitorización o la respuesta a la hiperpotasemia en pacientes ambulatorios son limitados.
Métodos: Se utilizaron procedimientos metodológicos de control de casos para identificar los factores de riesgo de hipercalemia. Se identificaron los pacientes ambulatorios a los que se les prescribieron inhibidores de la ECA durante 1992 y 1993 en una clínica de medicina general del centro médico de Veterans Affairs. Los pacientes de caso tenían un nivel de potasio superior a 5,1 mmol/L el día de la visita a la clínica mientras usaban un inhibidor de la ECA; los controles tenían un nivel de potasio inferior a 5,0 mmol/L el día de la visita a la clínica mientras usaban un inhibidor de la ECA y no tenían un nivel elevado de potasio durante el período de estudio. Las variables predictoras que se midieron fueron el tipo y la dosis del inhibidor de la ECA, la química sérica, las comorbilidades, el uso simultáneo de medicamentos y la edad. Se realizó un seguimiento de los pacientes durante un año después del episodio de hiperpotasemia. Las variables de seguimiento incluyeron los cambios de terapia con el inhibidor de la ECA, el potasio máximo de cada cambio y la mortalidad.
Resultados: De 1818 pacientes que utilizaban inhibidores de la ECA, 194 (11%) desarrollaron hiperpotasemia. Los resultados de los estudios de laboratorio que indicaban un nivel de nitrógeno ureico sérico superior a 6,4 mmol/L (18 mg/dL), un nivel de creatinina superior a 136 mumol/L (1,5 mg/dL), la insuficiencia cardíaca congestiva y los inhibidores de la ECA de acción prolongada se asociaron de forma independiente con la hiperpotasemia; el uso simultáneo de un agente diurético de asa o tiazida se asoció con un riesgo reducido. Después de 1 año de seguimiento, 15 (10%) de 146 pacientes de casos que seguían un régimen de un inhibidor de la ECA desarrollaron hiperpotasemia grave (nivel de potasio > 6,0 mmol/L). Un nivel de nitrógeno ureico sérico superior a 8,9 mmol/L (25 mg/dL) y la edad superior a 70 años se asociaron de forma independiente con la hipercalemia grave posterior.
Conclusiones: La hiperpotasemia leve es frecuente en pacientes médicos ambulatorios que utilizan inhibidores de la ECA, especialmente en aquellos con insuficiencia renal o insuficiencia cardíaca congestiva. Sin embargo, una vez identificada la hiperpotasemia durante el uso de inhibidores de la ECA, la hiperpotasemia grave posterior es infrecuente en pacientes menores de 70 años con función renal normal.