Sobre mí

Académico: Recibí mi doctorado en Educación Multicultural de la Universidad de Washington en Seattle en 2004. Obtuve la titularidad en la Universidad Estatal de Westfield en Massachusetts. En la actualidad soy profesora asociada de educación en la Universidad de Washington, Seattle. Además, soy titular de dos doctorados honoríficos. Mi área de investigación se centra en los estudios sobre la blancura y el análisis crítico del discurso, y en rastrear cómo se reproduce la blancura en las narrativas cotidianas. He ganado en dos ocasiones el premio Student’s Choice Award al educador del año en la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Washington. Tengo numerosas publicaciones y libros, entre ellos Is Everybody Really Equal?: An Introduction to Key Concepts in Critical Social Justice Education, coescrito con Özlem Sensoy, y que recibió tanto el Critics Choice Book Award de la Asociación Americana de Estudios Educativos (2012) como el Society of Professors of Education Book Award (2018). En 2011 acuñé el término White Fragility en un artículo académico que influyó en el diálogo internacional sobre la raza. Mi libro, White Fragility: Por qué es tan difícil para los blancos hablar de racismo se publicó en junio de 2018 y debutó en la lista de los más vendidos del New York Times, donde permaneció durante 85 semanas. Actualmente se está traduciendo a 5 idiomas.

Profesional: He sido consultor, educador y facilitador durante más de 20 años en temas de justicia racial y social. He trabajado con una amplia gama de organizaciones, incluidas las privadas, las sin ánimo de lucro y las gubernamentales.

Personal: «Crecí pobre y blanca. Mientras que mi opresión de clase ha sido relativamente visible para mí, mi privilegio de raza no lo ha sido. En mis esfuerzos por descubrir cómo la raza ha moldeado mi vida, he obtenido una visión más profunda al colocar la raza en el centro de mi análisis y preguntarme cómo cada una de mis otras ubicaciones de grupo me ha socializado para coludir con el racismo. Al hacerlo, he podido abordar con mayor profundidad mis múltiples ubicaciones y cómo funcionan juntas para mantener el racismo. Ahora hago la distinción de que crecí pobre y blanca, porque mi experiencia de la pobreza habría sido diferente si no hubiera sido blanca» (DiAngelo, 2006).

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