Pozo petrolífero

Un pozo petrolífero es un agujero excavado en la tierra que sirve para sacar a la superficie petróleo u otros hidrocarburos, como el gas natural. Los pozos petrolíferos casi siempre producen algo de gas natural y, con frecuencia, sacan agua a la superficie con los demás productos petrolíferos.

Tipos de pozos

Hay numerosas formas diferentes en que se puede perforar un pozo petrolífero para maximizar el rendimiento del pozo y minimizar otros costes. El tipo de pozo más común que se perfora hoy en día se conoce como pozo convencional. Estos pozos son pozos perforados en el sentido tradicional en el que se elige una ubicación por encima del yacimiento y se perfora el pozo verticalmente hacia abajo. Además, los pozos con una pequeña desviación en su trayectoria respecto a la vertical también se consideran convencionales. Este ligero giro del pozo se obtiene durante la perforación mediante un tipo de dispositivo dirigible que desplaza la dirección en la que se excava el pozo. Estos pozos son los más comunes y su perforación es bastante económica.

Los pozos horizontales son un tipo de pozo alternativo que se utiliza cuando los pozos convencionales no producen suficiente combustible. Estos pozos se perforan y dirigen para entrar en un yacimiento casi horizontalmente. Estos pozos pueden alcanzar objetivos y estimular los yacimientos de un modo que un pozo vertical no puede. Combinados con la fracturación hidráulica, las rocas anteriormente improductivas pueden utilizarse como fuentes de gas natural. Ejemplos de este tipo de yacimientos son las formaciones que contienen shale gas o tight gas.

Otros tipos de pozos incluyen los pozos offshore, que son pozos que se perforan en el agua en lugar de en tierra. Permiten acceder a yacimientos de petróleo anteriormente inaccesibles. Los pozos multilaterales son pozos utilizados ocasionalmente que tienen varias ramas fuera del pozo principal que drenan una parte separada del yacimiento.

Perforación de un pozo

Para perforar un pozo, un equipo especializado conocido como equipo de perforación perfora un agujero a través de muchas capas de tierra y roca hasta llegar al depósito de petróleo y gas donde se encuentra el petróleo. El tamaño de la perforación varía de un pozo a otro, pero suele tener entre 12,5 y 90 centímetros de ancho. Para atravesar la roca, la perforadora es empujada hacia abajo por el peso de la tubería que tiene encima. Esta tubería se utiliza para bombear en el pozo un fluido espeso conocido como lodo. Este lodo ayuda en el proceso de perforación manteniendo la presión bajo tierra en el pozo, así como recogiendo los desechos creados por la perforación y llevándolos a la superficie. A medida que la perforación se hace más profunda, se conectan secciones de tuberías para alargar el pozo.

Figura 1. Diagrama de un pozo de petróleo que muestra cómo se conecta a un gato de bombeo.

Después de perforar el pozo se completa y se entuba. El revestimiento del pozo es el forro que se inserta entre el borde del pozo y el propio pozo que ayuda a sostener estructuralmente el pozo. En un pozo cerrado, se vierte hormigón en el espacio entre la tubería y la perforación para darle estabilidad y evitar la contaminación de las aguas subterráneas por filtración. Una vez que se ha completado el revestimiento, la parte superior del pozo se fija con un árbol de producción: un conjunto de válvulas que controla el flujo de petróleo que sale del pozo y la presión dentro del mismo.