OPINIÓN: Los 11 hijos de Holyfield dan una lección sobre los bebés-mamás

No me sorprendió ver que la leyenda del boxeo Evander Holyfield tenía problemas financieros. Por alguna razón, esto le sucede a muchos atletas, especialmente a los boxeadores. Joe Louis, Mike Tyson y Muhammad Ali tuvieron los mismos problemas que Holyfield, y lo peor es que he dejado los nombres de varios otros boxeadores fuera de la lista. Soy un hombre sencillo, y creo que si vas a pasar tu vida recibiendo golpes en la cabeza, deberías asegurarte de poder pagar la atención médica una vez que tu carrera haya terminado.

Aunque ciertamente puedo seguir hablando de las muchas maneras en que Evander Holyfield se perjudicó económicamente, no voy a hacerlo. Ha ganado más de 100 millones de dólares en su carrera, incluyendo el pago sin precedentes de 34 millones de dólares que recibió por haberle arrancado la oreja a Mike Tyson. Gran parte de ese dinero parece haberse esfumado, ya que tiene su mansión embargada y ha sido demandado a diestro y siniestro por empresas a las que debe bastante dinero.

Lo que más me llama la atención de Evander Holyfield es su decisión de tener 11 hijos. Dos o tres hijos, puedo entenderlo – sucede. Pero para tener 11 hijos, tienes que estar decidido a mantener a tu mujer lo más desnuda posible. También hay que ser increíblemente descuidado (o tal vez irresponsable) en lo que se refiere al uso de la protección, lo cual es otra cuestión inquietante en sí misma. Sí, los niños son una bendición, pero tener hijos de los que no te puedes hacer cargo es increíblemente problemático.

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Veo que las acciones de Evander son replicadas regularmente por hermanos jóvenes que realmente no entienden en qué se están metiendo. Mientras que ellos pueden ver el acceso rápido y fácil al sexo, yo veo 18 años de pagar una manutención masiva que quizás no puedas pagar. Hablo por experiencia, ya que pagué bastante dinero por el hijo que tuve a los 18 años. Afortunadamente, me cuidé de no dejar embarazada a nadie más, y el hecho de tener un hijo me animó a obtener una educación para poder cuidar de mi hija cuando se hiciera mayor. Créanme, los tribunales de manutención de los hijos fueron brutales a lo largo de los años, y no mostraron ninguna piedad mientras ordeñaban mi cuenta bancaria como una vaca en una granja lechera. Lo que es realmente irónico es que yo era un hombre soltero con unos ingresos bastante elevados, y todavía me resultaba difícil hacer los pagos. No puedo imaginarme si estuviera casado y sin dinero.

La gran lección que todos podemos aprender de los errores de Evander es que debes planificar tu camino hacia la procreación. Tener una larga lista de «baby mamas» y «baby daddies» es una gran manera de acabar perjudicándote a ti mismo y a tus hijos. El sistema de manutención de los hijos no juega, y les encanta enviar a la gente a la cárcel por no poder reunir el dinero. Además, puede descubrir que su propio comportamiento egoísta puede causar décadas de miseria psicológica a sus hijos, al tener que verlos crecer sin la suficiente atención económica o personal de las personas que se supone que los están criando.

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Tengo un amigo que estuvo 12 años en la cárcel. Antes de entrar en prisión, tuvo cinco hijos con cuatro mujeres diferentes. Ahora, que ha salido de la cárcel, el sistema de manutención de los hijos amenaza con enviarlo de nuevo a la «cárcel». Nunca hizo carrera, por lo que tiene pocas esperanzas de progresar económicamente y tampoco puede pagar las enormes cantidades de manutención infantil que debe. Lo peor es que tiene varios hijos que ahora son adolescentes y que han crecido sin su padre. Tienen poco amor por él, y algunos de sus hijos están en camino de llenar la misma celda de la cárcel que su padre llenó durante los últimos 12 años.

Tenemos que romper estos ciclos ridículos – somos más inteligentes que eso. Disfruta del sexo si quieres, pero no obligues a los demás a pagar las consecuencias de tus decisiones personales. Si no te preparas para tu futuro, estás poniendo en peligro el futuro de tus propios hijos. Planifica siempre con antelación.

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