- Joey Guerra
- Hace 5 meses
La cantante Michelle Raymon posa para una fotografía el viernes 2 de octubre de 2020, en Houston. Raymon, de Colombia, fue concursante de La Voz, la versión en español de The Voice.
La cantante Michelle Raymon posa para una fotografía el viernes 2 de octubre de 2020, en Houston. Raymon, de Colombia, fue concursante de La Voz, la versión en español Leer Leyenda Completa
Michelle Raymon tenía una meta que aparecía repetidamente en su tablero de visión. Quería estar en «La Voz».
Este año, lo hizo realidad. Raymon, de 25 años, participó en la segunda temporada de «La Voz», una versión en español de «The Voice», el concurso de canto en el que los entrenadores superestrella giran en enormes sillas rojas para elegir a los miembros del equipo basándose únicamente en sus voces.
«Me encanta ver esos sueños hechos realidad», dice Raymon. Es de Medellín, Colombia, pero se mudó a Houston hace casi tres años.
Raymon fue la última elegida de la temporada y fue seleccionada por el cantante colombiano Carlos Vives para formar parte de su equipo. Llegó a las rondas en vivo y fue eliminada durante las semifinales. En un momento dado, Vives la llamó su concursante favorita.
«Sabía que había algo muy especial en tu voz. Y cuando me giré, me di cuenta de que tú también representas esa belleza de la mujer colombiana», le dijo Vives.
«La Voz» arrancó en enero, pero varios episodios se retrasaron hasta finales del verano debido a la pandemia del COVID-19. En algunos episodios se puede ver a Raymon y a otros concursantes con mascarillas. Sammy Colon, otro cantante del equipo Vives, fue finalmente coronado como ganador.
«La Voz» es la mayor oportunidad de Raymon hasta la fecha. Cuando vivía en Colombia, participó en varios concursos de canto en televisión, incluyendo versiones de «The X Factor» y «American Idol».
«Es una experiencia diferente a la de la música: la presión, enfrentarse siempre a un reto», dice. «Me gustó esa sensación, la adrenalina de estar ahí»
Raymon fue animada a hacer la audición en Houston por su prometido. Se conocieron cuando él estaba de vacaciones en Colombia. Él volvió cada mes y medio durante dos años hasta que ella se mudó a Houston hace casi tres años.
La comunicación, dice el refrán, es clave en una relación. Pero la pareja necesitaba ayuda para hacerlo. Ella apenas hablaba inglés y él sabía muy poco español. Utilizaron Google y aplicaciones de traducción para hablar entre ellos.
«Estábamos literalmente en un restaurante y él me pasaba el teléfono para mostrarme lo que estaba diciendo, y yo le respondía. Pero también empecé a conocerle de verdad», dice Raymon. «Ahora, cuando nos comunicamos, no necesita decir nada porque en cuanto mueve la boca, aunque sea un centímetro, ya sé que se va a reír o lo que está pensando».
El amor puede haber sido la inspiración para su viaje de «Voz». Pero llegó con obstáculos. Raymon no tenía su tarjeta de residencia en ese momento y le preocupaba que el programa la rechazara. Se presentó a regañadientes a las audiciones en The Galleria y obtuvo el visto bueno. Le atribuye a Vives el mérito de haberla sacado de su zona de confort y se sintió inspirada por su inteligencia y su «hermosa energía»
«Era el único juez colombiano, así que siempre sentías esa conexión», dice Raymon. «Sentí esa aceptación»
Los padres de Raymon alentaron su talento desde una edad temprana. Su padre, Gabriel Raymon, es un cantante muy conocido en Colombia y le enseñó «a mantener siempre mi integridad». Siempre había música en casa, y él la introdujo a Frank Sinatra y al jazz.
«Me sentaba en su regazo y él me cantaba. Me mecía como si estuviera en un caballo, y recuerdo que la música siempre estaba puesta», dice Raymon. «Tengo fotos de mi madre poniéndose los auriculares en el estómago cuando estaba embarazada de mí. También me los ponía a mí cuando era pequeña».
Raymon ha estado estableciendo contactos y formando un equipo desde su época en «La Voz», cultivando su presencia en las redes sociales y con el objetivo de lanzar un sencillo el próximo año. Dice que su música original se situará probablemente en la categoría de «pop urbano» que ocupan sus compatriotas J Balvin y Maluma. Mientras tanto, ha pasado la cuarentena pintando y manteniendo el contacto con sus hermanos, que viven en Texas. «También he empezado a trabajar con un entrenador de vida que me está ayudando con la transición entre países. Todo son cosas positivas»
.