Ranibizumab, un fragmento de anticuerpo monoclonal (Fab) derivado del bevacizumab, ha sido desarrollado por Genentech para su uso intraocular. En 2006, la FDA aprobó el fármaco para el tratamiento de la degeneración macular neovascular asociada a la edad (DMAE húmeda). Para entonces, el fármaco se había sometido a tres ensayos clínicos con éxito.
En el número de octubre de 2006 de la revista New England Journal of Medicine (NEJM), Rosenfield y otros informaron de que la inyección intravítrea mensual de ranibizumab producía un aumento significativo del nivel de agudeza visual media en comparación con la inyección simulada. Del estudio de fase III, de dos años de duración, se concluyó que ranibizumab es muy eficaz en el tratamiento de la DMAE húmeda (degeneración macular asociada a la edad) mínimamente clásica (MC) u oculta, con bajas tasas de efectos adversos oculares.
Otro estudio publicado en el número de enero de 2009 de Ophthalmology aporta pruebas de la eficacia de ranibizumab. Brown, et al. informaron de que la inyección intravítrea mensual de ranibizumab produjo un aumento significativo del nivel de agudeza visual media en comparación con el de la terapia fotodinámica con verteporfina. El estudio de fase III, de dos años de duración, concluyó que ranibizumab era superior a la terapia fotodinámica con verteporfina en el tratamiento de la DMAE húmeda predominantemente clásica (PC) con bajas tasas de efectos adversos oculares.
Aunque la eficacia de ranibizumab está bien respaldada por amplios ensayos clínicos, se cuestiona la rentabilidad del fármaco. Dado que el fármaco se limita a estabilizar las condiciones del paciente, el ranibizumab debe administrarse mensualmente. Con un coste de 2.000 dólares por inyección, el coste del tratamiento de los pacientes con DMAE húmeda en Estados Unidos supera los 10.000 millones de dólares al año. Debido al elevado coste, muchos oftalmólogos han optado por el bevacizumab como agente intravítreo alternativo en el tratamiento de la DMAE húmeda.
En 2007, Raftery, et al. informaron en el British Journal of Ophthalmology de que, a menos que el ranibizumab sea 2,5 veces más eficaz que el bevacizumab, el ranibizumab no es rentable. Se llegó a la conclusión de que el precio del ranibizumab tendría que reducirse drásticamente para que el fármaco fuera rentable.
El uso no indicado de bevacizumab intravítreo se ha convertido en un tratamiento generalizado para la degeneración macular neovascular asociada a la edad. Aunque el fármaco no está aprobado por la FDA para usos no oncológicos, algunos estudios sugieren que bevacizumab es eficaz para aumentar la agudeza visual con bajas tasas de efectos adversos oculares. Sin embargo, debido al pequeño tamaño de la muestra y a la falta de un ensayo de control aleatorio, el resultado no es concluyente.
En octubre de 2006, el Instituto Nacional del Ojo (NEI) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) anunció que financiaría un ensayo de estudio comparativo de ranibizumab y bevacizumab para evaluar la eficacia relativa y la adversidad ocular en el tratamiento de la DMAE húmeda. Este estudio, denominado Comparison of Age-Related Macular Degeneration Treatment Trials (CATT Study), inscribirá a unos 1.200 pacientes con DMAE húmeda recién diagnosticada, asignando aleatoriamente a los pacientes a diferentes grupos de tratamiento.
En mayo de 2012, el tratamiento anti-VEGF con Avastin ha sido aceptado por Medicare, tiene un precio bastante razonable y es eficaz. Lucentis tiene una estructura molecular similar a la de Avastin, pero más pequeña, y está aprobado por la FDA (2006) para el tratamiento de la MacD, aunque sigue siendo más costoso, al igual que el más reciente (aprobado en 2011) aflibercept (Eylea). Se están realizando pruebas sobre estos tratamientos en relación con la eficacia de uno sobre otro.