De niños, aprendimos que afeitarse es un ritual de hombres. De vez en cuando, veíamos a nuestro padre prepararse para el afeitado. Observábamos sus graciosas expresiones faciales frente al espejo, olíamos el fuerte aroma a detergente de la crema de afeitar y nos estremecíamos cuando cubría sus cortes con pequeños trozos de papel higiénico. Y mientras nos rascábamos nuestras propias mandíbulas sin pelo, nos preguntábamos: «¿cuándo me tocará a mí?».
Este es nuestro vistazo a la virilidad: el arte del afeitado.
Saber cuándo empezar a afeitarse implica algunos factores. Para conocer la opinión de un experto, hemos recurrido al Dr. Clayton Cummings, pediatra del Hospital Infantil de San Luis e instructor de pediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington.
¿Cuál es la edad adecuada para empezar a afeitarse?
La verdad es que cada chico alcanza este hito a su propio ritmo, ya sea a los 12 o a los 25 años. Básicamente, no hay una edad exacta para que un chico empiece a afeitarse.
La cuestión de cuándo depende de factores personales como el estado de pubertad, el nivel de madurez y las preferencias personales, explica el Dr. Cummings. Así que si papá aún no te ha transmitido su sabiduría sobre el afeitado, aún puedes conocer las señales de que estás preparado. Además, es mejor estar informado que arriesgarse a estropear la cara siguiendo a un niño despistado que da un tutorial de afeitado en YouTube. No se aconseja.
Cuando la pubertad te vuelve velludo
En las primeras etapas de la pubertad, los chicos se ponen un poco de bigote alrededor de la zona del labio y la barbilla. Estos pelos apenas visibles, también conocidos como «pelusa de melocotón», pueden ser una señal para empezar a afeitarse. Pero no es necesariamente la regla.
Al tomar la decisión de empezar a afeitarse, un hombre debe tener en cuenta «la cantidad de vello que tiene y si le resulta molesto o embarazoso», sugiere el Dr. Cummings. Siempre se puede esperar a que crezca más vello. No todas las personas que llegan a los primeros años de la pubertad tienen suficiente vello como para molestarse en afeitarse.
Además, todo el mundo llega a la pubertad en diferentes etapas. Esto significa que el vello crecerá a diferentes ritmos para cada chico. Si sólo se trata de una pelusa rubia en el labio, y no estás desesperado por una maquinilla de afeitar, es mejor esperar hasta que los pelos se vuelvan más oscuros y evidentes. De lo contrario, apresurarse para sentirse como un «niño grande» sólo puede causar un montón de esfuerzo y molestias innecesarias.
Afeitarse sobre una cara joven y suave puede causar complicaciones como » piel irritada u otros problemas como quemaduras de la maquinilla de afeitar, golpes, mellas, cortes o pelos encarnados dolorosos. El vello encarnado es una afección en la que el pelo se enrosca hacia atrás o hacia los lados en la piel, provocando una infección del folículo piloso», explica el Dr. Cummings. Estos folículos doloridos (foliculitis) también se conocen como «protuberancias de la maquinilla de afeitar».
Así que, si todavía tienes la piel de un bebé, es mejor que esperes un año más o menos para empezar a afeitarte. Cuando tu piel envejezca un poco más, volviéndose más dura y peluda, sabrás que estás preparado.
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La madurez importa
Aunque la pubertad puede ser una señal para empezar a afeitarse, la decisión también se reduce al nivel de madurez de un chico.
Si eres un retoño precoz con un atisbo de bigote a los doce años, puede que no estés emocionalmente preparado para empezar con hábitos de aseo de tipo adulto. Y eso está bien. Según el Dr. Cummings, la pubertad no siempre es un indicador fiable de cuándo empezar a afeitarse. Un chico debería empezar a afeitarse cuando los pelos sean visibles y se sienta preparado para empezar esta rutina.
A veces, ciertas partes de la cara están preparadas para el afeitado pero no otras. Por ejemplo, tal vez el labio superior y las patillas tengan pelo, pero no la línea de la mandíbula. En este caso, puedes empezar a afeitarte, centrándote sólo en las zonas con vello sin afeitarte toda la cara innecesariamente.
La conclusión es que estas rutinas no deben ser forzadas. Algunos chicos pueden estar físicamente preparados para afeitarse pero no emocionalmente. Así que sólo porque te salga pelusa de melocotón no significa que debas empezar a afeitarte. Sin embargo, es normal que los jóvenes estén entusiasmados por empezar. La capacidad de afeitarse es una experiencia masculina y fortalecedora que puede aumentar la confianza. Pero por muy fuerte que sea tu entusiasmo, si tus vellos faciales no debutan, la afeitadora tampoco debería hacerlo.
Preferencias personales
La decisión de empezar a afeitarse también depende del estilo personal de un chico.
Un chico de trece años puede desarrollar un crecimiento de la barba más grueso que uno de dieciséis, pero pueden tener diferentes preferencias sobre el aspecto que quieren tener. Tal vez el niño de trece años esté disfrutando de sus primeros brotes de hombría, aunque sean un poco irregulares e incómodos. Y el de dieciséis años, con menos pelo, podría empezar a afeitarse porque le parece bien para su edad y su imagen.
En última instancia, la mayoría de los chicos adolescentes aún no pueden dejarse crecer una barba espesa. Por eso, la mayoría prefiere afeitarse para mantener un aspecto pulcro, en lugar de tener un lío de pelo desigual y desaliñado. Pero, por otra parte, si eres del tipo naturalista o «demasiado guay para cuidar», puede que prefieras dejar que tu pelusa de melocotón vuele libre.
Nunca hay un indicador verdadero para saber cuándo un hombre debe empezar a afeitarse. Pero una cosa es segura: precipitarse a la maquinilla de afeitar con una cara de bebé sin pelo es un gran no-no. Di no al afeitado prematuro. Y para aquellos que estén preparados, practiquen un afeitado seguro.
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