La vitamina A es importante para la salud visual, la función inmunitaria y el crecimiento y desarrollo del feto. La deficiencia de vitamina A es un problema de salud pública en muchas partes del mundo, especialmente en África y el sudeste asiático. Puede causar discapacidad visual en forma de ceguera nocturna y, en los niños, puede aumentar el riesgo de enfermedad y muerte por infecciones infantiles, incluyendo el sarampión y las que causan diarrea.
Aunque las mujeres embarazadas son susceptibles de padecer deficiencia de vitamina A durante toda la gestación, la susceptibilidad es máxima durante el tercer trimestre del embarazo debido al desarrollo fetal acelerado y al aumento fisiológico del volumen sanguíneo durante este periodo.
Aunque hay algunos indicios de que dosis bajas de suplementos de vitamina A administradas a las mujeres embarazadas a diario o semanalmente, a partir del segundo o tercer trimestre, pueden reducir la gravedad del descenso de los niveles de retinol en el suero materno durante el final del embarazo y los síntomas de ceguera nocturna, las pruebas actuales indican que la administración de suplementos de vitamina A durante el embarazo no reduce el riesgo de enfermedad o muerte de las madres o sus hijos.
Se debe animar a las mujeres embarazadas a recibir una nutrición adecuada, que se consigue mejor mediante el consumo de una dieta sana y equilibrada.