Soluciones ganar/ganar – El papel de la colaboración en la resolución de problemas

La literatura popular en las áreas de liderazgo, gestión, cambio organizacional y desarrollo personal/profesional aboga con frecuencia por la colaboración y las soluciones ganar/ganar al tratar con las diferencias y resolver los problemas. Algunos autores sugieren que deberíamos perseguir siempre este método de interacción. Aunque la colaboración es un objetivo deseable y tiene muchos aspectos positivos, puede que no sea siempre el mejor enfoque para lograr los resultados deseados. Comprender el papel de la colaboración en la resolución de problemas puede ayudar a determinar cuándo utilizar este enfoque concreto.

Colaboración = Ganar/Ganar

La colaboración se describe como un acuerdo de ganar/ganar porque ambas partes salen del compromiso completamente satisfechas con la resolución o el resultado. Se trata de un proceso integrador que puede implicar una sinergia de ideas, creencias y sentimientos que desemboque en un resultado óptimo. Stephen Covey, en su aclamado libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, describe el ganar/ganar como un «estado de ánimo y corazón que busca constantemente el beneficio mutuo en todas las interacciones humanas». Ganar/ganar significa que los acuerdos o soluciones son mutuamente beneficiosos, mutuamente satisfactorios. Con una solución Ganar/Ganar, todas las partes se sienten bien con la decisión y se sienten comprometidas con el plan de acción. Ganar/Ganar ve la vida como un escenario cooperativo, no competitivo». (página 207)

Nuestra propensión a ser competitivos dificulta los esfuerzos para interactuar de forma colaborativa. La competitividad puede ser instintiva y, sin duda, se refuerza en los niños cuando compiten por la posición, la aprobación y el éxito en su familia, en la escuela y en actividades no académicas como los deportes, la música e incluso los videojuegos. Como adultos también nos encontramos con la creencia de que ser competitivos nos traerá logros y éxito. Nuestra sociedad litigiosa sugiere que las personas piensan que necesitan desafiar a los demás y resolver los problemas utilizando procedimientos de confrontación como las quejas y las demandas judiciales. Esta dinámica social suele desalentar las inclinaciones hacia la colaboración, que es lo contrario de competir.

Luchar por la colaboración requiere una perspectiva madura y abierta que crea en el «bien mayor», en la mentalidad de la abundancia: que hay suficiente para todos y que se puede ganar más cooperando que compitiendo. Un desacuerdo que comienza con las partes enfrentadas puede dar lugar a acuerdos constructivos cuando las partes implicadas deciden trabajar juntas para encontrar una solución. Las partes deben superar su impulso emocional de competir y ganar a costa del otro. La colaboración es a menudo el enfoque adoptado en la mediación y a veces en la negociación. Sin embargo, la colaboración no es fácil. Una colaboración eficaz puede requerir grandes inversiones de tiempo, esfuerzo, perseverancia, pensamiento creativo y comunicación abierta.

La colaboración no es lo mismo que la cooperación, aunque estos términos se utilizan a menudo indistintamente en la literatura sobre los métodos de trabajo conjunto eficaz. La cooperación sugiere que los implicados deciden interactuar de forma solidaria y útil. Eso en sí mismo no es colaboración. La cooperación puede ser una dinámica en tres de los modos de conflicto de Thomas-Kilmann: colaborar, comprometerse y acomodarse. No es un elemento de los otros dos estilos de conflicto: competir y evitar. Por lo tanto, los individuos pueden demostrar su cooperación cuando están en proceso de comprometerse para alcanzar un «punto medio». Una de las partes también puede cooperar cuando decide consentir y acomodarse a los deseos de la otra porque no merece la pena luchar por el asunto. Ninguna de estas formas de cooperación es una colaboración, ya que los resultados no son beneficiosos para todos.

Uso efectivo de la colaboración

La colaboración es alta en asertividad y alta en cooperación funcionando mejor cuando los asuntos en juego, y la calidad de las relaciones, son importantes para ambas partes. Esto puede ocurrir en problemas personales o familiares, interacciones en el lugar de trabajo y contratos comerciales. Debido a la cantidad de tiempo, esfuerzo, confianza y cooperación que implica este proceso, normalmente sólo se recomienda cuando la naturaleza del problema se considera muy importante. Cuando este no es el caso, otras formas de resolución de conflictos – competir, comprometerse, acomodarse o evitar – pueden ser más apropiadas y exitosas.

La voluntad de confiar y escuchar abiertamente ideas y puntos de vista alternativos es esencial para que la colaboración tenga éxito. Los participantes deben centrarse en un resultado deseable para todos los implicados y no sólo en sus objetivos individuales. Los esfuerzos de los participantes por apoyar y confrontar las propuestas con integridad y respeto pueden crear una atmósfera que, en última instancia, desemboque en un resultado que todos puedan apoyar activamente. A veces es útil contar con un tercero facilitador independiente que gestione este proceso y lo haga avanzar de forma constructiva.

Las técnicas y habilidades que facilitan la colaboración mejorarán el éxito de este proceso. Considere el uso de lo siguiente:

  • Aclarar que las partes implicadas tienen interés en utilizar un proceso de colaboración para resolver el problema
  • Asegurarse de que hay un tiempo adecuado y un espacio apropiado para la(s) reunión(es)
  • Expresar la situación como un problema mutuo
  • .

  • Evitar las críticas personales y las culpas
  • Disposición a ser flexible y abierto en la búsqueda de la mejor solución
  • Planificación y pensamiento «fuera de la caja» para facilitar nuevas ideas y opciones
  • Escucha reflexiva en la que cada parte parafrasea lo que lo que oye decir a la otra parte
  • Uso de la palabra «nosotros» en lugar de «yo» para demostrar reciprocidad
  • Aliento para identificar y abordar asertivamente los sentimientos personales sobre el asunto
  • Identificación de múltiples ideas y opciones para su consideración
  • Clarificación de los beneficios mutuos de las soluciones potenciales
  • Provisión de tiempo para que las partes se lleven las ideas para su reflexión y discusión con las partes interesadas
  • Un compromiso de resolución y acción basado en la decisión o el resultado

Los beneficios para la colaboración incluyen:

  • Sinceridad en los esfuerzos por presentar claramente y escuchar activamente las ideas
  • Evaluación objetiva de los pros y los contras
  • Aprendizaje mutuo
  • Crecimiento de la comprensión y apreciación de las diferentes perspectivas
  • Sinergia resultante de la información y los esfuerzos combinados
  • Una profundización del respeto y el fortalecimiento de las relaciones
  • Decisiones y resultados que son de alta calidad
  • Compromiso con los resultados

El modo de conflicto de colaboración y Myers-Briggs Type Preferences

Los individuos que muestran una preferencia por el uso de la colaboración basada en el Instrumento de Modo de Conflicto Thomas-Kilmann tienden a tener puntuaciones como Extrovertido-Sentimiento-Juzgado (E_FJ) en su perfil del Indicador de Tipo Myers-Briggs®. ¿Por qué tendemos a ver este patrón? Examinemos brevemente cada una de las dicotomías de Myers-Briggs y relacionémoslas con el uso de la colaboración como forma de resolución de conflictos.

Extroversión/Introversión (E/I): Las personas extrovertidas son más propensas que las introvertidas a sentirse cómodas discutiendo y resolviendo desacuerdos. Son más proclives a compartir sus pensamientos y sentimientos en una discusión abierta. Las personas introvertidas tienden a ser más reservadas y es más probable que eviten, se acomoden o se comprometan al tratar los problemas cuando tienen estas opciones. Por lo tanto, los individuos Extrovertidos estarán más inclinados que los Introvertidos a perseguir los rigores de la colaboración.

Sensibilidad/Intuición (S/N): La dicotomía Sensación/Intuición no parece ser un factor significativo en el deseo de colaborar. Ambas perspectivas son valiosas para trabajar en colaboración. La Sensación ayuda a evaluar el estado actual y los detalles, mientras que la iNtuición contribuirá a contemplar un panorama futuro y sus complejidades.

Sentimiento/Pensamiento (F/T): Los individuos que tienen una perspectiva de Sentimiento tienden a centrarse más en el impacto de los resultados y pueden estar más abiertos a nuevas ideas si pueden determinar que el efecto será positivo. Desean la solución de ganar/ganar, ya que ésta tiene la oportunidad de satisfacer las necesidades de ambas partes, lo que satisface su deseo de armonía. Los tipos pensantes son más proclives a mantenerse firmes en su posición basándose en datos o hechos y utilizarán la competencia y el compromiso con más frecuencia que la colaboración. Están menos influenciados por el impacto que el resultado tendrá en los implicados y pueden no ser tan receptivos al cambio que beneficiará a la otra parte, prefiriendo competir o comprometerse.

Juzgar/Percibir (J/P): Las personas con una preferencia MBTI por Juzgar tienen un interés en trabajar por la resolución en contraposición al Percibidor que puede estar más inclinado a retrasar o evitar tratar el problema. Cuando una persona con preferencia por el juicio determina que la colaboración es el proceso más eficaz para alcanzar el mejor resultado, se involucrará activamente en este plan. Es más probable que se comprometan a poner en práctica el resultado y a dar los pasos necesarios para ello que los Percibidores.

Conclusión

La colaboración, con un resultado en el que todos ganan, es el método ideal para resolver los desacuerdos y los problemas que son importantes para ambas partes. El proceso de colaboración suele dar lugar a un aumento de los conocimientos, el respeto y la comprensión entre las partes implicadas. A veces, la sinergia de la inversión compartida crea resultados que son mejores que los que cualquiera de las partes habría conseguido mediante otros métodos de resolución de conflictos. Cuando hay satisfacción mutua tanto con el proceso como con el resultado, la probabilidad de que las decisiones y los planes se apliquen de forma productiva aumenta considerablemente. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la colaboración no es el mejor enfoque para resolver todo tipo de problemas. Asegúrese de que la situación en cuestión es lo suficientemente importante como para justificar la inversión que requiere el uso de la colaboración. Cuando lo sea, ¡apueste por el ganar/ganar!

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