Sitio de Palmira

Valor Universal Excepcional

Breve síntesis

Un oasis en el desierto sirio, al noreste de Damasco, Palmira contiene las ruinas monumentales de una gran ciudad que fue uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo. Entre los siglos I y II, el arte y la arquitectura de Palmira, situada en la encrucijada de varias civilizaciones, combinó las técnicas grecorromanas con las tradiciones locales y las influencias persas.

Mencionada por primera vez en los archivos de Mari en el segundo milenio a.C., Palmira era un oasis de caravanas establecido cuando pasó a estar bajo control romano a mediados del siglo I d.C. como parte de la provincia romana de Siria. Su importancia fue creciendo como ciudad en la ruta comercial que unía Persia, India y China con el Imperio Romano, marcando la encrucijada de varias civilizaciones del mundo antiguo. Una gran calle porticada de 1.100 metros de longitud constituye el eje monumental de la ciudad, que junto con las calles transversales porticadas secundarias une los principales monumentos públicos, como el templo de Baal, el campamento de Diocleciano, el ágora, el teatro, otros templos y los barrios urbanos. La ornamentación arquitectónica, que incluye ejemplos únicos de escultura funeraria, une las formas del arte grecorromano con elementos autóctonos e influencias persas en un estilo muy original. Fuera de las murallas de la ciudad hay restos de un acueducto romano e inmensas necrópolis.

El descubrimiento de la ciudad en ruinas por parte de viajeros en los siglos XVII y XVIII dio lugar a su posterior influencia en los estilos arquitectónicos.

Criterio (i): El esplendor de las ruinas de Palmira, que se levantan en el desierto sirio al noreste de Damasco, es un testimonio del logro estético único de un rico oasis de caravanas que estuvo intermitentemente bajo el dominio de Roma desde el siglo I al III d.C. La gran columnata constituye un ejemplo característico de un tipo de estructura que representa un importante desarrollo artístico.

Criterio (ii): El reconocimiento del esplendor de las ruinas de Palmira por parte de los viajeros de los siglos XVII y XVIII contribuyó en gran medida al posterior renacimiento de los estilos arquitectónicos clásicos y del diseño urbano en Occidente.

Criterio (iv): La gran calle monumental porticada, abierta en el centro con pasajes laterales cubiertos, y las calles transversales subsidiarias de diseño similar, junto con los principales edificios públicos, forman una ilustración excepcional de la arquitectura y el diseño urbano en el punto álgido de la expansión y el compromiso de Roma con Oriente. El gran templo de Baal se considera uno de los edificios religiosos más importantes del siglo I d.C. en Oriente y de diseño único. El tratamiento escultórico del arco monumental por el que se accede a la ciudad desde el gran templo es un ejemplo destacado del arte palmirense. Los monumentos funerarios a gran escala situados fuera de las murallas de la ciudad, en la zona conocida como el Valle de las Tumbas, presentan una decoración y unos métodos de construcción característicos.

Integridad (2009)

Todos los atributos clave, incluida la calle principal con columnas, los principales edificios públicos y los monumentos funerarios, se encuentran dentro del límite. Las tumbas de la torre y la ciudadela son vulnerables a los pequeños terremotos y a la falta de conservación. Desde el momento de la inscripción, la población de la ciudad adyacente ha aumentado y está invadiendo la zona arqueológica. Aunque el tráfico ha aumentado, la carretera principal que pasaba por el yacimiento ha sido desviada. El aumento del turismo ha supuesto una presión para las instalaciones dentro de la propiedad.

Autenticidad (2009)

Los atributos clave muestran bien su grandeza y esplendor. Sin embargo, el entorno es vulnerable a la invasión de la ciudad adyacente, que podría afectar negativamente a la forma en que las ruinas se perciben como un oasis estrechamente relacionado con su entorno desértico.

Requerimientos de protección y gestión (2009)

El sitio fue designado monumento nacional y ahora está protegido por la Ley Nacional de Antigüedades 222 modificada en 1999. En 2007 se estableció una zona de amortiguación, pero aún no se ha presentado al Comité del Patrimonio Mundial.

Se espera que el plan de acción estratégico regional que se está elaborando proporcione directrices para ampliar y redefinir el sitio como paisaje cultural, con respecto a las zonas de transición alrededor del sitio arqueológico, el oasis y la ciudad.

Es necesario que se desarrolle un plan de conservación y restauración que aborde plenamente las complejas cuestiones asociadas a este extenso yacimiento múltiple y que permita una gestión coordinada, unas prioridades claras y una estrategia de turismo cultural y que aborde las cuestiones de expansión de la ciudad cercana.

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