Un día más seguimos con la serie de entradas dedicadas al Embarazo semana a semana, llegando ya a la semana 37, cerquita ya del momento del parto y cerquita también de llegar a ese momento en que la gente te pregunta si ya viene, o incluso si no deberías haber dado a luz ya.
A estas alturas el tamaño de la barriga es ya considerable, el bebé está prácticamente maduro, hasta el punto que si nace a las 37 semanas se le considera un recién nacido a término, y lo único que falta es esperar a que esté preparado para nacer y un buen día avise de que ya viene, con las primeras contracciones. Mientras llega ese momento, vamos a ver cuáles son los cambios en la madre y cuáles los que suceden en el bebé en la semana 37 de gestación.
Cambios en el bebé en la semana 37 de embarazo
En la semana 37 de embarazo, momento en que el bebé lleva 35 semanas formándose, mide unos 46-48 cm y pesa cerca de 2.900 gramos. Esto, lógicamente, es variable, porque muchos bebés nacen incluso semanas después con menos peso del comentado y porque muchos otros bebés pesan ya más de 3 kg. Para conocer más sobre sus medidas, deciros que su fémur mide ahora unos 7,2 cm y que la circunferencia de su cabecita es de unos 33 cm.
Si todo ha ido según lo previsto, a estas alturas estará ya en posición cefálica, es decir, boca abajo, preparado para nacer. Al ser ya un bebé formado, lo que sucede dentro de la barriga es un aumento de altura y de peso para llegar en mejores condiciones, además de seguir recibiendo células inmunitarias de la madre. Se calcula que, además, aumenta unos 15 gramos de grasa al día, que le servirá para regular mejor la temperatura en el exterior.
En esta semana el lanugo, esa capita de bello que cubre todo el cuerpo, desaparece casi por completo, quedando aún en brazos y hombros. Las uñas llegan a sobrepasar los dedos y son capaces de hacer una compresión con la mano bastante eficiente.
Cambios en la mujer en la semana 37 de embarazo
Con el aumento de peso del bebé ha ido aumentando también el peso de la madre. Se calcula que el aumento de peso de la madre hasta esta semana (el acumulado hasta la fecha) es de unos 8,950 kg, aunque como hemos dicho en anteriores semanas, esto no es más que una media.
Con el bebé en posición cefálica y con su cabeza apoyada en el cuello del útero es muy probable que la mujer vuelva a ver aumentada su frecuencia a la hora de orinar, ya que ese peso afecta a la vejiga, sintiéndose llena sin estarlo realmente.
Es posible que se sigan produciendo las contracciones de Braxton Hicks, aunque como también es posible que sean contracciones de parto, tenemos que pensar que si llegan a producirse cada 5 minutos o menos podría ser necesario acudir al hospital.
El cuello del útero empieza a prepararse, dilatándose un poco. Esto puede provocar la expulsión del tapón mucoso, una secreción transparente que suele ir acompañada de pequeñas hebras de sangre. No quiere decir que el parto sea inminente, pues pueden pasar todavía varios días, pero sí es signo de que el proceso se ha puesto en marcha.
Lo ideal, dado que ya falta poco, es que más o menos tengas ya todo preparado para la llegada del bebé. No es que haga falta mucho, en realidad, porque las primeras semanas el bebé comparte la vida de su madre, de quien raramente se separa, pero sí debemos tener listo, al menos, la ropita, los pañales, las cositas para el baño y un lugar donde dormir, como una cuna colecho donde la madre pueda amamantarle sin tener al bebé en la misma cama, que a muchas les asusta.
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