Sed

Es vital para los organismos poder mantener sus niveles de líquido en rangos muy estrechos. El objetivo es mantener el fluido intersticial, el fluido fuera de la célula, en la misma concentración que el fluido intracelular, el fluido dentro de la célula. Esta condición se denomina isotónica y se produce cuando los mismos niveles de solutos están presentes a ambos lados de la membrana celular, de modo que el movimiento neto de agua es nulo. Si el líquido intersticial tiene una mayor concentración de solutos (o una menor concentración de agua) que el líquido intracelular, sacará agua de la célula. Esta condición se denomina hipertónica y si sale suficiente agua de la célula, ésta no podrá realizar las funciones químicas esenciales. El animal tendrá entonces sed en respuesta a la demanda de agua de la célula. Después de que el animal beba agua, el líquido intersticial se vuelve menos concentrado de solutos (más concentrado de agua) que el líquido intracelular y la célula se llenará de agua mientras intenta igualar las concentraciones. Este estado se denomina hipotónico y puede ser peligroso porque puede hacer que la célula se hinche y se rompa. Un conjunto de receptores responsables de la sed detecta la concentración de líquido intersticial. El otro conjunto de receptores detecta el volumen sanguíneo.

Disminución del volumenEditar

Más información: Hipovolemia

Es uno de los dos tipos de sed y se define como la sed causada por la pérdida de volumen sanguíneo (hipovolemia) sin agotar el líquido intracelular. Esto puede ser causado por la pérdida de sangre, vómitos y diarrea. Esta pérdida de volumen es problemática porque si el volumen sanguíneo total desciende demasiado, el corazón no puede hacer circular la sangre de forma eficaz y el resultado final es un shock hipovolémico. El sistema vascular responde contrayendo los vasos sanguíneos, creando así un volumen menor para que la sangre se llene. Sin embargo, esta solución mecánica tiene límites definidos y normalmente debe complementarse con un aumento de volumen. La pérdida de volumen sanguíneo es detectada por las células de los riñones y desencadena la sed de agua y sal a través del sistema renina-angiotensina.

Sistema renina-angiotensinaEditar

La hipovolemia provoca la activación del sistema renina-angiotensina (SRA) y es detectada por las células del riñón. Cuando estas células detectan una disminución del flujo sanguíneo debido al bajo volumen secretan una enzima llamada renina. La renina entra entonces en la sangre, donde cataliza una proteína llamada angiotensinógeno para convertirla en angiotensina I. La angiotensina I es entonces convertida casi inmediatamente por una enzima ya presente en la sangre en la forma activa de la proteína, la angiotensina II. La angiotensina II viaja entonces por la sangre hasta llegar a la hipófisis posterior y a la corteza suprarrenal, donde provoca un efecto en cascada de hormonas que hace que los riñones retengan agua y sodio, aumentando la presión arterial. También es responsable de la iniciación de la conducta de beber y del apetito de sal a través del órgano subfornical.

OtrosEditar

  • Los barorreceptores arteriales perciben una disminución de la presión arterial, y envían señales al sistema nervioso central en el área postrema y el núcleo del tracto solitarii.
  • Los receptores cardiopulmonares perciben una disminución del volumen sanguíneo, y envían una señal al área postrema y al núcleo del tracto solitarii.

Deshidratación celular y estimulación del osmorreceptorEditar

Artículo principal: Osmorreceptor

La sed osmométrica se produce cuando aumenta la concentración de solutos del líquido intersticial. Este aumento extrae el agua de las células y éstas reducen su volumen. La concentración de solutos del líquido intersticial aumenta por la elevada ingesta de sodio en la dieta o por el descenso del volumen de los líquidos extracelulares (como el plasma sanguíneo y el líquido cefalorraquídeo) debido a la pérdida de agua por la transpiración, la respiración, la micción y la defecación. El aumento de la concentración de solutos en el líquido intersticial hace que el agua migre desde las células del organismo, a través de sus membranas, al compartimento extracelular, por ósmosis, provocando así la deshidratación celular.

Los grupos de células (osmorreceptores) en el organum vasculosum de la lámina terminal (OVLT) y el órgano subfornical (SFO), que se encuentran fuera de la barrera hematoencefálica, pueden detectar la concentración de plasma sanguíneo y la presencia de angiotensina II en la sangre. A continuación, pueden activar el núcleo preóptico medio, que inicia la búsqueda de agua y el comportamiento ingestivo. La destrucción de esta parte del hipotálamo en los seres humanos y otros animales provoca la pérdida parcial o total del deseo de beber, incluso con una concentración de sal extremadamente alta en los fluidos extracelulares.

Sal de imidazolio

Además, existen osmorreceptores viscerales que se proyectan al área postrema y al núcleo del tracto solitarii en el cerebro.

Ansia de salEditar

Debido a que en la hipovolemia también se pierde sodio del plasma, la necesidad de sal del organismo aumenta proporcionalmente además de la sed en estos casos. Esto también es consecuencia de la activación del sistema renina-angiotensina.

AncianosEditar

En los adultos mayores de 50 años, la sensación de sed del organismo se reduce y sigue disminuyendo con la edad, lo que pone a esta población en mayor riesgo de deshidratación. Varios estudios han demostrado que las personas mayores tienen una ingesta total de agua inferior a la de los adultos más jóvenes, y que las mujeres corren especial riesgo de tener una ingesta demasiado baja.En 2009, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) incluyó por primera vez el agua como macronutriente en sus valores de referencia dietéticos. Los volúmenes de ingesta recomendados en las personas mayores son los mismos que para los adultos más jóvenes (2,0 L/día para las mujeres y 2,5 L/día para los hombres), ya que, a pesar de un menor consumo de energía, las necesidades de agua de este grupo aumentan debido a una reducción de la capacidad de concentración renal.

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