Respuesta de un experto
Correcto Juan:
Gracias por sus preguntas.
La intervención coronaria percutánea (ICP) se utiliza habitualmente para tratar las obstrucciones parciales y completas de las arterias coronarias. Cuando es posible, es el tratamiento preferido frente al injerto de derivación de la arteria coronaria (CABG), ya que es menos invasivo.
En la ICP, se pasa un catéter normalmente desde la arteria femoral en la ingle hasta el corazón y hasta las pequeñas arterias coronarias que pasan por el músculo cardíaco. Se utilizan rayos X para ayudar a guiar la colocación del catéter. Cuando se realiza una angioplastia, se coloca un globo en la zona de la arteria coronaria estrechada y se infla para ensanchar la abertura estrechada. Hace apenas un par de años, las oclusiones totales debían tratarse siempre con un bypass.
Hoy en día, incluso una arteria coronaria completamente obstruida puede abrirse a veces con una ICP.
Al cabo de un año de una angioplastia, hasta un 20 o 30 por ciento de los pacientes desarrollan una obstrucción parcial o completa en el lugar de la angioplastia que requiere repetir el procedimiento, o CABG. La introducción de los stents de metal desnudo (BMS) supuso una mejora significativa. Se trata de un cilindro metálico en forma de tubo. La proporción que requiere un segundo procedimiento tras la angioplastia y la colocación de un stent metálico desnudo es del 10 al 15 por ciento en el primer año.
En los últimos años, algunos stents llevan incorporados medicamentos diseñados para prevenir aún más la obstrucción tras su colocación.
Estos stents liberadores de fármacos producen una notable reducción de la reobstrucción temprana en comparación con los stents metálicos desnudos. Sin embargo, al cabo de un año, los stents liberadores de fármacos pueden tener un riesgo ligeramente mayor de oclusión en comparación con los stents metálicos sin recubrimiento.
Hoy en día, se deja un stent en quizás el 75 por ciento de todas las angioplastias que se realizan en EE.UU. La mayoría son stents liberadores de fármacos.
En respuesta a su primera pregunta, en algunos casos los médicos pueden colocar dos o incluso tres stents durante un procedimiento. Sin embargo, hay casos en los que el cardiólogo querrá colocar uno y luego colocar un segundo o incluso un tercer stent en un procedimiento posterior.
Los factores que intervienen en esta decisión incluyen el estado general del paciente. Una enfermedad coronaria más compleja y una anatomía compleja podrían requerir varios procedimientos para lograr la mejor colocación de los stents.
La colocación óptima de los stents disminuye el riesgo de bloqueo de los mismos.