La salud es uno de los temas trascendentes de las sociedades modernas y probablemente uno de los más valorados por el ciudadano. Especialmente cuando la hemos perdido. Como el refrán de Santa Bárbara, de la que tan sólo nos acordamos cuando truena. Entonces nos planteamos que deberíamos haber hecho cualquier cosa para preservarla. En esa circunstancia estamos incluso dispuestos a cambiar casa y hacienda para recuperar el bien perdido, buscando tratamientos efectivos, por costosos que sean. La salud es un derecho social importante, defendido por los políticos de todos los partidos, aunque siempre difieren sobre cuál es el mejor sistema para ofrecerla a los ciudadanos. Nuestra sociedad dedica importantes recursos a preservar la salud. Yo me atrevería a decir que estamos medicalizados y que muchos españoles se relacionan con el sistema sanitario, más que lo que acuden a las tabernas o las iglesias.
Por otra parte, la sociedad trata que el enfermo se haga más responsable de sus cuidados, que sea él quien vigile su salud, el que se tome periódicamente la tensión, vigile su peso o controle su glucosa, si es diabético, que vaya a controles y lleve una vida sana.
Mucha gente cree que la salud del planeta en el que vivimos está en peligro, por la contaminación y el conocido efecto invernadero. Siempre clamamos que alguien (generalmente un político) debería hacer algo. Sin embargo, no nos planteamos que nuestros malos hábitos hacen que nuestra salud o nuestra vida estén amenazadas. Si algo hay que hacer para salvar el planeta Tierra, quizá deberemos hacer algo más para vivir más sanos, y somos nosotros quienes debemos hacerlo.
No hay duda que vivir sano permite vivir más y mejor. De esto me voy a ocupar. De abordar diferentes aspectos que permitan mantener su salud, y si la ha perdido, ver la mejor manera de recuperarla.
¿Qué es la salud?
No es fácil explicar qué es la salud. Para la OMS es un estado de bienestar físico, psíquico y social. La definición es muy bella pero poco operativa. Según esas ideas casi nadie está sano: aquí hay problemas económicos, ahí están en paro, allí ha fallecido un familiar. Podría explicarse usando una definición negativa: decir que la salud es la ausencia de la enfermedad. Entonces…
¿Qué es la enfermedad?
Podemos explicarla en base a criterios estadísticos. La enfermedad es lo que no es normal, lo que se sale de la norma. Los más altos o los más bajos serían los enfermos: los gigantes o los enanos. La solución no es fácil: primero debemos aclarar cuál es el límite para considerar gigante o enano. Gigante es el que mide 2 m 30 cm ? Por otra parte lo más frecuente, lo normal no siempre coincide con la salud. En nuestra sociedad hay personas sin caries y otras con varias. Si lo más habitual es tener 3 caries, ¿sería eso lo más sano?
Don Pedro Laín, insigne profesor de Historia de la Medicina, que ha dado su nombre a la biblioteca de nuestra Facultad de Medicina dice que hay enfermedad si un sujeto tiene la estructura de algún órgano dañado, si alguno de ellos no funciona bien, si presenta alteraciones en su psiquismo o si falla en su ajuste socio laboral. Además explica que la enfermedad es un todo y aunque se me lesione una parte (me corte un dedo) todo mi organismo responde.
¿Cómo ven los enfermos la enfermedad y Cómo la ven los médicos?
Los médicos hablan de enfermedad cuando un sujeto es agredido por algo (causa) y en él aparecen manifestaciones no habituales que expresan una alteración, una son subjetivas (síntomas: por ej. el dolor o mareo) otras objetivas (signos, por ej pulso rápido, fiebre). Esas manifestaciones permiten al médico diferenciar una enfermedad de otra: la pulmonía se expresa con frecuencia con fiebre y tos, y el cáncer gástrico por vómitos y pérdida de peso.
Para los enfermos, la enfermedad se asocia con frecuencia a sensación de adversidad o de mala fortuna y se complica con dimensiones morales, psicológicas y sociales. El organismo experimenta cambios diarios, pero algo hace que ese cambio se perciba como enfermedad: si interfiere con sus actividades diarias, si la variación es demasiado amplia respecto a los cambios habituales o si para el que lo padece ese cambio es difícil de interpretar.
El enfermo entiende mejor la enfermedad si existe padecimiento, si causa dolor o hay disminución de las funciones. Es más difícil de entender como enfermedad circunstancias que no tienen esas características como tener elevado el colesterol o la glucosa y lo son; si no los corregimos habrá complicaciones. También resulta difícil explicar si la enfermedad está en uno, es una percepción de los demás o ambas cosas.
Esas dificultades en definir qué es una enfermedad explican que ciertos comportamientos o situaciones como podría ser la homosexualidad o las adicciones pueden considerarse enfermedad para unos y no para otros. O si estar calvo es estar o no enfermo.
La enfermedad crea un rol el de enfermo y un ambiente que lo acepta. El enfermo tiene derechos y cada sociedad los define y limita. Definir qué ser enfermo es un rasgo cultural. El niño aprende a padecer enfermedades cuando se culturiza. La enfermedad es una mezcla de ideas y de experiencias.
El origen de las enfermedades según el enfermo puede ser múltiple: A veces cree que está en él mismo, por adoptar comportamientos incorrectos (exponerse al frío) o tener ciertos rasgos hereditarios (diabetes). Ello puede generar sentimientos de culpabilidad. Otras veces la enfermedad se origina en el mundo natural por agresiones de animales, climas inadecuados, contacto con medios contaminados, por ejemplo las infecciones. En otras ocasiones la enfermedad surge del mundo social: hay riesgo profesional, se vive con estrés. Para otros las enfermedades surgen del mundo sobrenatural. Los dioses u otros espíritus estarían en el origen de la enfermedad, incluso el mal de ojo o el mundo de los gafes. La medicina griega eliminó este elemento como causa de enfermedad, pero no puede negarse que esta idea se mantiene para muchos en las sociedades occidentales modernas ¡¡qué eufemismo!!
Para los médicos es importante saber cómo interpreta el enfermo su enfermedad, ayúdelos cuando acuda a verles.