Debido a que la expansión de los macrófagos tisulares, o histiocitos, que exhiben actividad hemofagocítica en el SMA suele estar desencadenada por infecciones o modificaciones en el tratamiento farmacológico, algunos autores han preferido el término linfohistiocitosis hemofagocítica reactiva para clasificar esta afección.6 Este término sugiere que el SMA puede pertenecer a un grupo de trastornos histiocíticos conocidos colectivamente como linfohistiocitosis hemofagocítica (HLH). HLH es un término más general que describe un espectro de enfermedades caracterizadas por acumulaciones de células mononucleares histológicamente benignas y bien diferenciadas con un fenotipo de macrófago.7-9 Debido a que tales macrófagos representan un subconjunto de histiocitos que son distintos de las células de Langerhans, esta entidad debe distinguirse de la histiocitosis de células de Langerhans, así como de otros trastornos de células dendríticas. En la clasificación actual de los trastornos histiocíticos, el HLH se subdivide en HLH primario o familiar y HLH secundario o reactivo. Sin embargo, desde el punto de vista clínico, estos trastornos pueden ser difíciles de distinguir entre sí. La linfohistiocitosis hemofagocítica familiar (HLF) es una constelación de raros trastornos inmunológicos autosómicos recesivos. Los síntomas clínicos de la FHLH suelen hacerse evidentes en los dos primeros meses de vida. La evolución de la enfermedad es muy grave y la mayoría de los pacientes acaban necesitando un trasplante de células madre hematopoyéticas. El HLH secundario tiende a ocurrir en niños mayores y se asocia más a menudo con un episodio infeccioso identificable, sobre todo la infección por el virus de Epstein-Barr (VEB) o el citomegalovirus (CMV). El grupo de los trastornos hemofagocíticos secundarios también incluye el HLH asociado a una neoplasia. Aunque hay muchas similitudes clínicas entre el MAS y el HLH primario y secundario, no se entiende la relación exacta entre estas condiciones.