La reificación no fue un término o concepto especialmente destacado en las obras del propio Marx, ni en las de sus sucesores inmediatos. El concepto de cosificación adquirió importancia principalmente a través de la obra de Georg Lukács (1923), en su ensayo «La cosificación y la conciencia del proletariado», como parte de su libro Historia y conciencia de clase; éste es el locus classicus para definir el término en su sentido actual. Aquí, Lukács lo trata como un problema de la sociedad capitalista relacionado con la prevalencia de la forma de la mercancía, a través de una lectura cercana del capítulo de Marx sobre el fetichismo de la mercancía en El Capital. El relato de Lukács fue influyente para los filósofos de la Escuela de Frankfurt, por ejemplo en la Dialéctica de la Ilustración de Horkheimer y Adorno, y en las obras de Herbert Marcuse. Otros que han escrito sobre este punto son Max Stirner, Guy Debord, Gajo Petrović, Raya Dunayevskaya, Raymond Williams, Timothy Bewes, Axel Honneth y Slavoj Žižek.
Petrović (1965) define la reificación como:
El acto (o resultado del acto) de transformar las propiedades, relaciones y acciones humanas en propiedades, relaciones y acciones de cosas producidas por el hombre que se han independizado (y que se imaginan como originalmente independientes) del hombre y gobiernan su vida. También la transformación de seres humanos en seres semejantes a cosas que no se comportan de forma humana sino según las leyes del mundo de las cosas. La cosificación es un caso «especial» de alienación, su forma más radical y extendida característica de la sociedad capitalista moderna.
La cosificación se produce cuando las creaciones específicamente humanas se conciben erróneamente como «hechos de la naturaleza, resultados de leyes cósmicas o manifestaciones de la voluntad divina». Sin embargo, algunos estudiosos del uso que Lukács (1923) hace del término «reificación» en Historia y conciencia de clase han cuestionado esta interpretación del concepto, según la cual la reificación implica que un sujeto preexistente crea un mundo social objetivo que luego se aleja de él. Andrew Feenberg (1981) reinterpreta la categoría central de Lukács de «conciencia» como similar a las nociones antropológicas de cultura como conjunto de prácticas. La reificación de la conciencia en particular, por lo tanto, es más que un simple acto de reconocimiento erróneo; afecta a la práctica social cotidiana en un nivel fundamental más allá del sujeto individual. Otros estudiosos han sugerido que el uso del término por parte de Lukács puede haber estado fuertemente influenciado por la fenomenología de Edmund Husserl para entender su preocupación por la reificación de la conciencia en particular. En esta lectura, la reificación implica una postura que separa al sujeto del mundo objetivo, creando una relación errónea entre el sujeto y el objeto que se reduce a un conocimiento desvinculado. Aplicado al mundo social, esto hace que los sujetos individuales sientan que la sociedad es algo que sólo pueden conocer como un poder ajeno, en lugar de interactuar con ella. En este sentido, el uso del término por parte de Lukács podría verse como una prefiguración de algunos de los temas que Martin Heidegger (1927) toca en Ser y Tiempo, apoyando la sugerencia de Lucien Goldman (2009) de que Lukács y Heidegger estaban mucho más cerca en sus preocupaciones filosóficas de lo que se suele pensar.