Hay dos máquinas en el gimnasio que se llenan rápidamente durante las 6 a.de la mañana. Sí, la buena cinta de correr y la elíptica. Sabemos que son dos de las opciones más populares para un entrenamiento rápido basado en el cardio, pero ¿se impone una a la otra si lo que buscas es quemar tantas calorías como sea posible en tu sesión de 30 minutos?
¡Quizás! Rachel Mariotti, entrenadora de nivel 3 de Equinox, dice que la respuesta corta es la cinta de correr. Pero, por supuesto, esto realmente depende de lo que estés haciendo en cada máquina y si las actividades son incluso comparables.
«Con el jogging o la carrera, lo más probable es que quemes más calorías de las que quemarías rodando en la elíptica, aproximadamente 100 calorías por 10 minutos», dice Mariotti. «Con la elíptica, tienes más oportunidad de confiar en el impulso de los pedales, por lo que es difícil medir cuántas calorías estás quemando realmente, incluso si dice 100 calorías en la marca de 10 minutos. Lo más probable es que quemes entre un 20 y un 30 por ciento menos»
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Eso no quiere decir que la elíptica no pueda ser más efectiva para quemar calorías que la cinta de correr. Todo se remonta a qué tipo de entrenamiento estás sudando.
«Si tienes la resistencia más alta en la elíptica y vas durante 10 minutos, esto absolutamente quemará más calorías que caminar en la cinta durante la misma cantidad de tiempo, tal vez incluso más que el trote lento», explica Mariotti. «Si se trota a un 60 por ciento de intensidad y se añaden algunas carreras, sprints e inclinaciones, la quema de calorías será, sin duda, mayor. Y no hay forma de hacer trampas para evitarlo».
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Pero cada máquina tiene sus propios pros y contras para el cuerpo. La elíptica, dice Mariotti, reduce el impacto sin dejar de ofrecer resistencia a tus caderas, cuádriceps, glúteos y brazos. «Sin embargo, todavía no se sabe con certeza si es un movimiento natural. Así que tenlo en cuenta», añade.
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Para la cinta de correr, nuestros profesionales dicen que la mayor ventaja es que es un movimiento natural y que supone un impacto para tus articulaciones sin importar tu ritmo. Sin embargo, el exceso de esfuerzo puede suponer un impacto excesivo en las articulaciones, lo que, según explica Mariotti, puede provocar una lesión. El uso de la cinta de correr también permite quemar más grasa. «Ten en cuenta que un trote o una caminata lentos tienen, en efecto, una mayor proporción de quema de grasa frente a los azúcares, pero estás quemando a un ritmo muy lento. El entrenamiento por intervalos es el camino a seguir. Las carreras cortas inclinadas, los sprints inclinados, las carreras de baja inclinación y los sprints emparejados con recuperaciones conducirán a una mayor quema de grasa que una velocidad constante y media.»
Así que si tu objetivo es quemar calorías y no tienes ninguna lesión importante, ¿por qué no confías en tu lista de reproducción de Drake en Spotify y te haces con una cinta de correr cuando puedas? Ya sabes que estarán todas reservadas cuando lleguen las 6:15.
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