Un día como hoy pero de 1928 el científico escocés Alexander Fleming descubrió la penicilina, hongo que bautizó con el nombre «Penicillium notatum».
Este antibiótico, del grupo de los betalactámicos, es empleado en el tratamiento de infecciones provocadas por bacterias sensibles.
¿Pero qué enfermedades cura?
Aunque han pasado más de ocho décadas de su descubrimiento, la penicilina sigue siendo muy usada para enfrentar infecciones:
Del tipo respiratorio como faringitis, amigdalitis, bronquitis, meningitis o neumonía.
De transmisión sexual como la gonorrea o la sífilis.
Leves de la piel como abscesos.
Además de infecciones por estreptococos, estafilococos, pseudomonas, hemophilus y neisserias
¿Pero por qué?
Como diría la doctora Evangelina Rubio de la Unidad Médica Alta Especializada del Instituto Mexicano del Seguro Social, «a nivel celular hay ciertas bacterias que crean resistencia debido al mal uso del medicamento».
Por ello es importante que las infecciones sean tratadas por un médico y que se siga el tratamiento.
Personas alérgicas
Además, la doctora Rubio menciona que hay personas que pueden llegar a ser alérgicas, si alguna de ellas es recetada con penicilina, les «pueden surgir ronchas en el cuerpo o tener un shock anafiláctico (de alergia)», que de no ser tratado a tiempo puede provocar la muerte.
No cabe duda que desde 1928 no ha habido un descubrimiento, en materia de salud pública, que haya impactado tanto en la disminución en la tasa de mortandad y el aumento de la expectativa de vida.
arv