Mucha gente piensa que el análisis de la marcha consiste -y sólo consiste- en que alguien le observe caminar o correr y evalúe sus pies y su calzado. ¿Cuántos de ustedes han hecho lo siguiente? Un dependiente de la tienda de running de su localidad le observa correr y le sugiere un par de zapatillas más estables, o más neutras, o más amortiguadas, o del tipo que le «obliga» a aterrizar a medio pie. Y ¡voilá! Tus problemas biomecánicos están resueltos. Esto es lo que la mayoría de la gente conoce y ha llegado a aceptar como análisis de la marcha.
Examinemos los conceptos erróneos más comunes sobre el análisis de la marcha, y creemos una imagen real de lo que es, lo que no es, y cómo puede ser útil para usted como atleta. El verdadero análisis de la marcha no es un ejercicio genérico, sino un proceso con base científica y precisión técnica. Es altamente individualizado, y revela mucho sobre cómo aguantarás el entrenamiento y, en última instancia, el rendimiento.
¿Qué es un análisis de la marcha?
Cuando realizamos un análisis de la marcha, sus pies son sólo una pequeña pieza de su rompecabezas biomecánico. Lo que ocurre con sus pies es sólo una parte de un patrón de movimiento holístico, de todo el cuerpo, integrado. Correr, al igual que la mayoría de otras actividades de todo el cuerpo (como la natación o muchos deportes de campo), es esencialmente una forma única de moverse.
Cuando un atleta es analizado estáticamente, dinámicamente y luego corriendo en la cinta durante un análisis de la marcha, sirve para proporcionar un «mapa» de movimiento único y personal. Ese «mapa» revela la programación de todo lo que ocurre dentro de su cuerpo, desde la conciencia cinestésica y el hábito, hasta los niveles individuales de movilidad, estabilidad, flexibilidad y fuerza funcional. El análisis de todos estos elementos diferentes en conjunto es lo que crea una imagen completa de la marcha de una persona. En esencia, es mucho más que un simple análisis de la marcha. Es un verdadero análisis del «movimiento».
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El análisis de la marcha descubre precisamente cómo se mueve su cuerpo. Cada actividad, incluso estando parado, representa un patrón de movimiento único. Ese patrón se genera a partir de tus hábitos y estilo de vida, así como de la movilidad, estabilidad, flexibilidad y fuerza de tu cuerpo. Cada acción que realizas -una zancada al correr, una pedalada, una brazada al nadar, etc.- representa ese patrón de movimiento único. Si sus movimientos incluyen compensaciones (y es probable que así sea), el análisis de la marcha puede señalar las zonas del cuerpo donde se originan estas pérdidas de eficacia.
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Los atletas se meten en problemas cuando una compensación importante, que a menudo conduce a una verdadera disfunción, continúa durante largos períodos de tiempo.
Cómo afectan las compensaciones a la marcha
Las compensaciones en el cuerpo conducen a un desequilibrio alrededor de las articulaciones. Los músculos principales más grandes (isquiotibiales, glúteos, cuádriceps, etc.) se vuelven menos activos y acaban contribuyendo menos de lo que les corresponde al trabajo de movernos. Los músculos estabilizadores más pequeños se ven obligados a intervenir (compensar) y hacer el trabajo de los motores principales más grandes y potentes. Los estabilizadores se ven obligados a trabajar día tras día, kilómetro tras kilómetro. Con el tiempo acaban, en una palabra, fritos. Destrozados. El desgaste de los estabilizadores compromete enormemente la recuperación y la capacidad de entrenar de forma constante. En resumen, este escenario es una lesión a punto de producirse. Lo vemos una y otra vez.
Descubrir las ineficiencias y compensaciones únicas para ti es el poder de lo que el verdadero análisis de la marcha puede revelar. Una vez descubiertas, estas ineficientes y costosas «fugas de energía» que le roban potencia y velocidad libre pueden ser abordadas. Esto no puede ser exagerado: Los movimientos inadecuados y desequilibrados limitan tu máximo potencial y te exponen a un mayor riesgo de lesión.
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En resumen, el análisis de la marcha tiene que ver con usted y con su forma personal y única de moverse. A menos que se aborden las causas subyacentes de sus patrones de movimiento disfuncionales, sus patrones no cambiarán y, por lo tanto, el riesgo de lesiones no mejorará. El análisis de la marcha consiste en observar todo el cuerpo como un organismo holístico, una unidad increíble. Va mucho más allá de un ojo inexperto que te observa correr con un par de zapatillas.
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