Una ley estatal conocida como la Ley Costa-Hawkins permite a un propietario, cuya propiedad de alquiler estaría de otro modo sujeta a las leyes locales de control de alquileres, aumentar el alquiler sin límite legal si uno de los inquilinos se muda.
En el caso de los subarrendatarios, la Ley Costa-Hawkins permite al propietario cambiar el alquiler a la tarifa del mercado para un subarrendatario si el inquilino principal ya no vive en el apartamento y el subarrendatario no residía en la unidad antes del 1 de enero de 1995. No se permite un aumento del alquiler si uno o más inquilinos originales viven en la unidad y subalquilan parte de la misma con el consentimiento del propietario.
El propietario no puede aumentar el alquiler a precio de mercado a un subarrendatario si éste demuestra que el propietario renunció a su derecho a aumentar el alquiler. Si el subarrendatario puede demostrar que el propietario le dijo que podía permanecer en la unidad con el mismo alquiler que el inquilino principal, entonces el alquiler no puede ser elevado. Tampoco se puede aumentar el alquiler si el propietario no notifica por escrito un aumento del alquiler en un plazo de 90 días a partir de la notificación por escrito de que el inquilino principal abandona la vivienda. Por último, el propietario no puede aumentar el alquiler al precio del mercado si recibe una notificación por escrito de que el inquilino principal ha abandonado la unidad y el propietario acepta el alquiler del subarrendatario. Sin embargo, si el propietario recibe una notificación por escrito, puede informar al subarrendatario de que se ha reservado el derecho de aumentar el alquiler en una fecha posterior.
La ley estatal no afecta a las leyes locales de control de desahucios. Por lo tanto, es posible que una propiedad de alquiler esté exenta del control de alquileres de San Francisco, Oakland o Berkeley, pero siga estando sujeta a las leyes locales de control de desalojos.