El aclamado, ridiculizado y memeizado actor Nicolas Cage es conocido desde hace tiempo por su excéntrico comportamiento tanto delante de la cámara como en el mundo real. Parece que Cage planea continuar este legado también en la muerte, gracias al extraño mausoleo piramidal que compró en un famoso cementerio de Nueva Orleans.
Cage tiene una historia con la ciudad de Nueva Orleans, habiendo comprado tanto la infame mansión LaLaurie como la histórica capilla de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Ambas propiedades fueron embargadas en 2009 tras una debacle fiscal. Posteriormente, Cage compró su tumba sin nombre en el querido Cementerio de San Luis nº 1 de la ciudad, donde se encuentra la tumba de otro de los pesos pesados de Nueva Orleans, Marie Laveau.
La tumba vacía es una descarnada pirámide de piedra de tres metros de altura que contrasta claramente con los enterramientos en la superficie que se han ido desmoronando en el cementerio durante más de dos siglos. La pirámide aún no tiene nombre, pero está blasonada con la máxima latina «Omnia Ab Uno», que se traduce como «Todo a partir de uno».
El propio actor ha optado por guardar silencio sobre el motivo de la extravagante tumba. Algunos especulan que se trata de un homenaje a la franquicia cinematográfica «National Treasure», aunque dado que muchos cementerios albergan lápidas piramidales, puede haber sido simplemente una elección estilística. Otros creen que la pirámide es una prueba de los vínculos del extraño actor con la probablemente ficticia sociedad secreta de los Illuminati. Debido a los retratos antiguos con un asombroso parecido a Cage que han aparecido en Internet, los más paranormales sugieren que la pirámide es el lugar donde Cage regenerará su ser inmortal. El rumor que circula por la ciudad es que Cage se considera maldito desde que es dueño de la mansión de LaLaurie (su récord de taquilla así lo refleja) y cree que estar junto a Marie Laveau le quitará la maldición.
Cualquiera que sean sus razones, la pirámide de Cage ya se ha convertido en una parte icónica del cementerio, para disgusto de muchos lugareños que están furiosos de que haya podido obtener una parcela en el estrecho cementerio. Muchos incluso han acusado a la tumba de dañar o eliminar otros enterramientos centenarios para hacer sitio. Sin embargo, a pesar de las protestas públicas, la pirámide sigue en pie.
Puede que a Nueva Orleans no le guste Nic Cage, pero está claro que a él le gusta Nueva Orleans. Aunque algunos piensan que Cage está restando importancia histórica al cementerio nº 1 de San Luis, su tumba ya se ha convertido en parte de su mitología. Por la razón que sea, ha surgido la tradición de dejar besos de lápiz de labios en la tumba sin nombre.