Preguntaste: »¿Por qué se me entumecen los pies y los dedos mientras uso la máquina elíptica?»

Muchas personas experimentan entumecimiento o «pinchazos» en los pies (a menudo en un solo pie) cuando usan una máquina elíptica. Para algunos, esta sensación es un problema menor que sólo ocurre cerca del final de un entrenamiento largo, pero otros pueden empezar a experimentarlo en los primeros minutos de ejercicio.
Si sólo tiene este problema durante su entrenamiento en la elíptica, probablemente no sea un signo de un problema médico grave. Lo más probable es que se deba a que su pie está en contacto constante con el pedal, lo que ejerce presión sobre los nervios de los pies durante un período prolongado. Esto es diferente del movimiento natural de caminar o correr, donde su pie cambia la presión de la parte delantera a la parte trasera del pie con cada zancada.
Hay varias cosas que puede hacer que pueden ayudar a minimizar el problema:
1. Asegúrese de que lleva unos zapatos bien acolchados para su entrenamiento, e intente atarlos un poco más sueltos de lo que lo haría para correr o caminar.
2. Evite estar de pie plano en los pedales de la elíptica: intente duplicar el cambio natural de peso del talón a la punta del pie durante cada zancada. También puede buscar una máquina elíptica con pedales «articulados» que giran alrededor de un pivote central (como el pedal de una bicicleta), en lugar de pedales que permanecen fijos en la misma posición mientras se deslizan.
3. Durante su entrenamiento en la elíptica, cambie la dirección de pedaleo de adelante a atrás cada pocos minutos, y/o varíe el nivel de inclinación si su máquina tiene esa característica.
4. Evite los entrenamientos elípticos largos. Pruebe con sesiones más cortas y de mayor intensidad, divida su entrenamiento entre la elíptica y otro ejercicio de cardio, o divida su entrenamiento en dos sesiones con un descanso entre ellas.
Si experimenta con frecuencia adormecimiento de los pies en otras ocasiones, debe consultar el problema con su médico. Podría estar causado por un trastorno nervioso (por ejemplo, neuroma de Morton o neuropatía diabética), problemas de circulación o problemas ortopédicos que necesitan tratamiento.

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