Para muchos gatos, beber agua es un proceso sencillo. Se acercan al cuenco de agua, bajan la cara cerca de la superficie del agua y sacan la lengua para beber un poco. Sin embargo, para otros gatos, la pata delantera se convierte en una herramienta vital cuando la sed aprieta. ¿Por qué estos gatos sumergen una pata en el agua y luego la utilizan casi como si estuvieran lamiendo un polo? Hay algunas razones para este comportamiento.
Malestar con los bigotes
Los bigotes de la cara de su gato son pelos muy sensibles al tacto. Están más arraigados que los pelos normales y son ricos en terminaciones nerviosas. Si el cuenco de agua es demasiado pequeño o profundo, los bigotes pueden aplastarse cuando el gato baja la cabeza para beber. Para evitar esta incomodidad, el gato puede aprender que es más fácil mojar una pata en el agua.
Asegúrese de que el cuenco de agua de su gato permite la comodidad de los bigotes utilizando uno lo suficientemente ancho como para acomodar esos largos bigotes. Es mejor tener un cuenco poco profundo y ancho que pueda rellenar todos los días en lugar de utilizar uno profundo y estrecho para evitar tener que reponer el suministro de agua tan a menudo.
Foto: Pam Johnson-Bennett
Profundidad del agua inconsistente
Si eres inconsistente en la cantidad de agua que pones en el cuenco, tu gato puede usar su pata para probar la profundidad. He visto esto con padres de gatos que no rellenan el cuenco hasta que está casi seco y luego cuando reponen el agua se llena hasta arriba. En una casa de varios gatos donde puede haber cierta tensión, un gato puede no sentirse cómodo bajando la cabeza en un cuenco de agua casi vacío hasta el punto de no poder ver por el lado. Puede ser más seguro para él utilizar su pata para poder vigilar a cualquier oponente que entre en la habitación.
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Es importante limpiar el cuenco y rellenar el agua a diario para asegurarse de que su gato recibe agua fresca. Al hacer esto, también podrá mantener un nivel de agua constante en el cuenco.
Colocación del cuenco de agua
Esto tiene más que ver con la seguridad. Si el cuenco está contra una pared en la que un gato tendría que estar de espaldas a la habitación para beber, puede optar por sumergir su pata para no ser demasiado vulnerable.