Lámpara de lava
Las lámparas de lava existen desde hace años y son hipnotizantes de ver. En este experimento, sin utilizar ninguna fuente de calor, haremos nuestra propia lámpara de lava.
Experimento
- Coloca 2 o 3 cucharadas colmadas de levadura en polvo (bicarbonato de sodio) en un tarro alto.
- Llena aproximadamente una cuarta parte con agua fría.
- Añade una gota de colorante alimentario y da vueltas a la mezcla. No se preocupe si la levadura en polvo no se disuelve del todo.
- Vierta con cuidado el aceite de cocina hasta que el tarro esté lleno en tres cuartas partes.
- Vierta aproximadamente una cucharada de vinagre o zumo de limón. ¿Qué sucede?
Para que la experiencia de la lámpara de lava sea auténtica, haz este experimento en una habitación oscura y pon una linterna brillante detrás del frasco. Observa las sombras que se proyectan, ¡hombre tripi!
¿Qué sucede?
Al principio el aceite se separa y se asienta sobre el agua porque es menos denso. Cuando añades el vinagre o el zumo de limón, que es más denso que el aceite, se hunde en él y hace que el agua coloreada del fondo se vuelva ácida. A veces, esto no ocurre de inmediato y verás pequeñas burbujas de vinagre/zumo de limón flotando en el aceite justo por encima del agua coloreada. No se preocupe, estas burbujas «estallarán» con el tiempo y se mezclarán con el agua coloreada.
Cuando el vinagre (ácido acético) y el bicarbonato de sodio (una base) se mezclan, comienza una reacción química, y uno de los productos de esa reacción es el mismo gas que también respiramos, el dióxido de carbono. Este gas vuelve a burbujear fuera del agua y sube a través del aceite, arrastrando a veces glóbulos de agua de color burbujeante. Cuando las burbujas estallan en la superficie, el agua que llevan consigo se hunde de nuevo mientras siguen subiendo más burbujas.
Esto continúa mientras la reacción química continúa – se puede seguir añadiendo más ácido de vez en cuando hasta que se detenga.