Saber cómo puntuar o dar formato a los pensamientos de tu personaje puede ser difícil. ¿Debería utilizar la cursiva? ¿Comillas? El subrayado. ¿Cuál es la mejor manera de mostrar que un personaje está pensando dentro de una frase o un párrafo determinado?
Cuando el protagonista de tu historia se detiene a pensar algo, tienes que diferenciarlo de alguna manera del texto y el diálogo habituales. Hay varias formas de dar formato a los pensamientos de los personajes.
La forma más directa de hacerlo es parafrasear los pensamientos de los personajes en la narración.
Métodos para dar formato a los pensamientos de los personajes:
1. A veces, no es necesario hacer nada para dejar claro que un personaje está pensando, porque los pensamientos del personaje aparecerán como si formaran parte de la narración, de modo que la línea entre el personaje y el «narrador» se diluye casi hasta la invisibilidad.
Ejemplo:
Cuando los hermanos subieron por la orilla del río, con la ropa del colegio cubierta de barro y suciedad, se les ocurrió por primera vez que su madre estaría furiosa. ¿Por qué no habían ido primero a casa a ponerse la ropa de juego? Bueno, ya se habían metido en un lío por llegar tarde a la cena, y más les valía acabar con ello. El trío se dirigió a casa de mala gana.
2. Otra técnica útil es utilizar la cursiva para dar formato a los pensamientos, lo cual es una herramienta eficaz cuando se intercalan pensamientos y diálogos hablados. Esta técnica se está convirtiendo en una práctica habitual entre los editores, y con razón. El estilo tipográfico diferente deja bastante claro cuándo una persona está pensando y cuándo está hablando en voz alta.
Ejemplo:
Cuando los hermanos subieron por la orilla del río, con la ropa del colegio cubierta de barro y suciedad, se les ocurrió por primera vez que su madre estaría furiosa. ¿Por qué no fuimos primero a casa a ponernos la ropa de juego? pensó Roger. «Ya nos hemos metido en un lío por llegar tarde a la cena, así que será mejor que acabemos de una vez», les dijo a sus hermanos, y el trío se dirigió a casa de mala gana.
Este estilo también es popular entre los escritores de ciencia ficción y terror, que utilizan la cursiva para mostrar la comunicación telepática entre los personajes.
3. Algunos escritores utilizan comillas para delimitar los pensamientos, pero esto puede complicarse, sobre todo cuando se mezclan pensamientos y diálogos hablados.
Ejemplo:
Cuando los hermanos subieron por la orilla del río, con la ropa del colegio cubierta de barro y suciedad, se les ocurrió por primera vez que su madre estaría furiosa. «¿Por qué no hemos ido primero a casa para ponernos la ropa de juego?». pensó Roger. «Ya nos hemos metido en un lío por llegar tarde a la cena, así que más vale que acabemos de una vez», les dijo a sus hermanos, y el trío se dirigió a casa de mala gana.
Como puedes ver, no hay nada que diferencie la frase hablada del pensamiento.
4. El problema causado por el uso de comillas dobles puede evitarse utilizando comillas simples alrededor del pensamiento, pero se trata de un arreglo incómodo, y no lo recomendamos. Verás que el ejemplo de cómo formatear los pensamientos de los personajes que aparece a continuación es difícil de leer.
Ejemplo:
Cuando los hermanos subieron por la orilla del río, con la ropa del colegio cubierta de barro y suciedad, se les ocurrió por primera vez que su madre se pondría furiosa. ¿Por qué no fuimos primero a casa a ponernos la ropa de juego? pensó Roger. «Ya nos hemos metido en un lío por llegar tarde a la cena, así que más vale que acabemos de una vez», les dijo a sus hermanos, y el trío volvió a casa a regañadientes.
Algunas notas más:
Si tu personaje está pensando algo para sí mismo, es redundante decirlo.
Vaya, seguro que es un coche pequeño, pensó el hombre grande para sí mismo.
Pero si está pensando en voz alta, díselo a tu lector.
«Vaya, seguro que es un coche pequeño», pensó el hombre grande en voz alta.
Por último, sea cual sea el estilo que elijas seguir, asegúrate de que sea coherente a lo largo de toda tu obra, y haz que sea fácil para tu lector seguir lo que tus personajes están pensando, así como lo que están diciendo.
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