Oftalmología

El cristalino del ojo suele ser transparente. Cuando el cristalino del ojo está nublado o tiene una coloración sólida y lechosa, el ojo tiene una catarata. Aproximadamente 3 de cada 10.000 niños tienen una catarata, aunque este número varía en todo el mundo.

Una catarata polar anterior es un tipo especial de catarata. Esta catarata suele tener el aspecto de un pequeño «punto» en el ojo de un niño que puede verse en el centro de la pupila. La pupila es el círculo oscuro situado en el centro del iris (la parte coloreada del ojo). Las cataratas polares anteriores son congénitas, lo que significa que el niño nace con este tipo de cataratas.

La mayoría de las cataratas polares anteriores son muy pequeñas. Al ser tan pequeñas, la mayoría no necesitan ser extirpadas con cirugía y no perjudican la visión del niño. Un pequeño número de cataratas polares anteriores pueden ser más grandes o pueden crecer. La cirugía es necesaria para tratar esas cataratas.

Aunque la mayoría de las cataratas polares anteriores no requieren tratamiento quirúrgico, pueden causar un error de refracción, lo que significa que el niño necesitará gafas para enfocar correctamente.

En algunos pacientes, el error de refracción es lo suficientemente grande como para causar visión perezosa, también llamada ambliopía. Esta afección puede tratarse con parches o con gotas para los ojos.

Los pacientes con una catarata polar anterior deben ser examinados por un oftalmólogo para asegurarse de que no necesitan gafas. Es necesario realizar visitas periódicas a la clínica para asegurarse de que la catarata no cambia. Su oftalmólogo le informará de la frecuencia de las visitas a la clínica.

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