Monóxido de carbono: El asesino invisible

El monóxido de carbono es un gas inodoro e incoloro que a menudo pasa desapercibido y que golpea a las víctimas cuando las pilla desprevenidas o mientras duermen.

Más de 400 personas mueren cada año en EE.UU. por una intoxicación involuntaria con monóxido de carbono, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Más de 20.000 acuden a urgencias y otras 4.000 son hospitalizadas.

Este «asesino invisible» se produce al quemar combustible en coches o camiones, motores pequeños, estufas, linternas, parrillas, chimeneas, cocinas de gas, generadores portátiles u hornos. Cuando el gas se acumula en espacios cerrados, las personas o los animales que lo respiran pueden resultar intoxicados. La ventilación no garantiza la seguridad.

¿Cómo puedo prevenir la intoxicación por monóxido de carbono?

Cualquiera puede estar en riesgo. Los CDC afirman que los bebés, los ancianos y las personas con enfermedades cardíacas crónicas, anemia o problemas respiratorios son más propensos a enfermar o morir, pero el monóxido de carbono no discrimina.

El invierno puede ser una época propicia para la intoxicación por monóxido de carbono, ya que la gente enciende sus sistemas de calefacción y calienta por error sus coches en los garajes. Por lo tanto, a medida que el tiempo se vuelve más frío, es importante tomar precauciones adicionales.

El Consejo Nacional de Seguridad recomienda instalar un detector de monóxido de carbono que funcione con pilas o con una batería de reserva en el pasillo cerca de cada zona de descanso de su casa. Compruebe o sustituya la pila cuando cambie la hora de los relojes cada primavera y otoño y sustituya el detector cada cinco años.

Los CDC ofrecen estos consejos adicionales:

  • Haga que un técnico cualificado revise cada año su horno, calentador de agua y cualquier otro aparato de gas o carbón
  • No utilice calentadores químicos portátiles sin llama en el interior
  • Haga revisar y limpiar su chimenea cada año y asegúrese de que el regulador de la chimenea esté abierto antes de encender el fuego y mucho después de que se haya extinguido
  • Nunca utilice un horno de gas para calentar su casa
  • Nunca utilice un generador dentro de su casa, sótano o garaje o a menos de 6 metros de cualquier ventana, puerta o respiradero; se pueden producir niveles mortales de monóxido de carbono en tan sólo unos minutos, incluso si las puertas y ventanas están abiertas
  • Nunca ponga en marcha un coche en un garaje adosado a una casa, ni siquiera con la puerta del garaje abierta; abra siempre la puerta de un garaje independiente para que entre aire fresco cuando ponga en marcha un coche en su interior

Síntomas de intoxicación por monóxido de carbono

La Administración de Incendios de EE.S. Fire Administration ha reunido materiales sobre los peligros del monóxido de carbono, incluida una lista de síntomas de intoxicación por monóxido de carbono.

La gravedad de los síntomas varía según el nivel de monóxido de carbono y la duración de la exposición. Los síntomas leves a veces se confunden con los de la gripe.

La intoxicación por monóxido de carbono de baja a moderada se caracteriza por:

  • Dolor de cabeza
  • Fatiga
  • Dificultad para respirar
  • Náuseas
  • Mareos

La intoxicación por monóxido de carbono de alto nivel provoca:

  • Confusión mental
  • Vómitos
  • Pérdida de coordinación muscular
  • Pérdida de conciencia
  • Muerte

Si cree que está experimentando alguno de los síntomas de la intoxicación por monóxido de carbono, salga al exterior y tome aire fresco inmediatamente. Podría perder el conocimiento y morir si se queda en la casa.

Cuando suene la alarma de monóxido de carbono

La Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor advierte que nunca debe ignorar una alarma de monóxido de carbono, y no intente encontrar la fuente del gas. En su lugar, siga estos pasos:

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