Cuando no recuperó la visión tras un examen oftalmológico, Josephine Dambuleff, de 62 años, acudió a varios médicos antes de que un neurólogo le ordenara una resonancia magnética. Fue entonces cuando descubrió que la alteración de la visión que sufría no estaba causada por el colirio, sino por un meningioma de grado 1 del tamaño de una pelota de ping-pong. Más información sobre el tratamiento y la recuperación de Josephine.
El Mount Sinai Health System y su equipo de cirujanos especializados en la base del cráneo, dirigidos por el Dr. Joshua Bederson, están especializados en el diagnóstico y el tratamiento de los meningiomas supraselares, un tumor que se desarrolla entre los dos nervios ópticos. Somos un importante centro de referencia en la zona triestatal y sede del Centro de Investigación y Cuidado de la Hipófisis.
Los meningiomas supraselares suelen afectar a hombres y mujeres de mediana edad, representan alrededor del 10 por ciento de todos los meningiomas y se producen cerca de la hipófisis y los nervios ópticos en la base del cráneo. Estos tumores de crecimiento lento pueden causar graves problemas de visión en uno o ambos ojos si presionan directamente los nervios ópticos. Se puede perder la visión por completo a medida que el tumor crece. Estos tumores crecen a lo largo de meses o años y pueden causar una disfunción de la hormona pituitaria. Otros síntomas incluyen cambios en el comportamiento, entumecimiento facial, dolores de cabeza, pérdida del sentido del olfato, pérdida de memoria y convulsiones.
Para confirmar el diagnóstico, solemos utilizar una resonancia magnética o una tomografía computarizada.
Opciones de tratamiento
Nuestros experimentados cirujanos de la base del cráneo desarrollan planes de tratamiento individualizados, basados en el tamaño y la ubicación del tumor, sus necesidades específicas y la información de las exploraciones de imagen. Si tiene síntomas, solemos extirpar el tumor por completo (resección quirúrgica). Dependiendo de su situación individual, utilizaremos una craneotomía abierta o un procedimiento endoscópico más mínimamente invasivo, en el que realizamos el procedimiento a través de la nariz. Si tiene un tumor cerca o en la región de la hipófisis, consultaremos con su neuroendocrinólogo para asegurar el cuidado y el manejo adecuados de la hipófisis.
Es posible que pase una o dos noches en nuestra unidad de cuidados neurocríticos y que abandone el hospital entre dos y cinco días después de la intervención. Le animamos a realizar actividad física, trabajando con nuestros fisioterapeutas, ya desde el día siguiente a la intervención.
Si la cirugía se ha realizado por vía transnasal, a través de la nariz, es importante que evite sonarse la nariz después de la intervención. Deberá tener un tapón nasal durante aproximadamente una semana.
Si su neurocirujano le autoriza a hacerlo, le animamos a que se levante y camine lo antes posible después de la intervención. Debe evitar levantar objetos pesados. La mayoría de los pacientes operados de un meningioma supraselar no necesitan una terapia de rehabilitación aguda después de la intervención. Solemos programar una cita de seguimiento para una o dos semanas después de salir del hospital.