Las medias uñas o uñas de Lindsay fueron mencionadas por primera vez por Bean (1) en 1964 y posteriormente descritas por Lindsay (2) en 1967 en pacientes con enfermedad renal crónica. Pueden aparecer en diversas enfermedades, pero también en individuos sanos. Un paciente de 57 años, sin antecedentes personales patológicos significativos, nos consultó por decoloración de todas las uñas de los dedos de las manos (figura 1) y de los pies (figura 2). El cambio de color se produjo hace 17 años y había persistido desde entonces. El paciente no tenía antecedentes familiares significativos y negaba un consumo prolongado de drogas, tabaco o alcohol. En el examen clínico, se encontró una decoloración blanquecina en la mitad proximal de todas las uñas (50% del área), mientras que la mitad distal era de color marrón rojizo con una línea de demarcación nítida respecto a la mitad proximal. La diferencia de color persistía a pesar del crecimiento de las uñas, y no cambiaba al aplicar presión vertical sobre las placas ungueales. La paciente se negó a la biopsia de la uña. Los exámenes de laboratorio hematológicos y bioquímicos, el análisis de orina, la función tiroidea y los anticuerpos antinucleares estaban en el rango normal. El examen micológico directo realizado con hidróxido de potasio fue negativo, y los cultivos de Sabouraud fueron estériles. Las medias uñas o uñas de Lindsay son una onicopatía sistémica, caracterizada clínicamente por una coloración blanca de la mitad proximal de la uña y una coloración rojo-marrón de la mitad distal de todas las uñas. Las dos coloraciones de las uñas están siempre bien definidas, no desaparecen bajo presión y no hay tendencia a cambiar la configuración con el crecimiento de la uña. El cambio puede afectar a una o a todas las uñas de los dedos de las manos y de los pies. En general, la porción distal de la uña ocupa el 20-60% de la superficie de la uña (3). Algunos autores identifican el síndrome de las medias uñas con el síndrome de Terry, aunque en este síndrome la banda distal es inferior al 20% de la longitud total de la uña. Las medias uñas se observan en el 20-50% de los pacientes con enfermedad renal crónica (4), pero también pueden aparecer en la enfermedad de Crohn (5), la enfermedad de Behçet (6), la citrulinemia por pelagra (7), la enfermedad de Kawasaki, la cirrosis e incluso en personas sanas (8). Desde el punto de vista histológico, se considera que la banda blanca proximal está causada por una anemia crónica secundaria al aumento del grosor de la pared de los capilares o al crecimiento excesivo del tejido conectivo entre la uña y el hueso con la reducción de la sangre en el plexo subpapilar. La banda marrón distal está causada por depósitos de melanina (9). El mecanismo de aparición de las medias uñas no está claro; no hay correlación entre el porcentaje de coloración marrón de la uña y la gravedad y duración de la enfermedad renal crónica. La hemodiálisis no provoca una mejora de las alteraciones ungueales, pero éstas pueden mejorar o desaparecer tras el trasplante renal (4). La presente paciente entra en el grupo de individuos sanos con síndrome de medias uñas que afecta a todas las uñas de las manos y los dedos de los pies sin encontrar una causa desencadenante. El diagnóstico se realizó mediante el examen clínico. La manifestación del síndrome de las medias uñas en pacientes sanos plantea la posibilidad de una susceptibilidad genética a la enfermedad. El síndrome de las medias uñas es una condición que se encuentra comúnmente en pacientes con enfermedad renal crónica, pero también se puede encontrar en el contexto de otras enfermedades, así como en individuos sanos.