Mark Wills hizo una visita inesperada a Urgencias el mes pasado, tras romperse su intestino grueso. El cantante de country dice que incluso el personal médico estaba sorprendido por la cantidad de toxinas que había estado «vomitando» dentro de él y envenenando su sistema. Tras una exitosa operación, los médicos informaron sin rodeos a Mark de que si hubiera perdido más tiempo en llegar al hospital, habría muerto.
«No hay muchas más formas de bajarte a la realidad o de ponerte en tu sitio o de que te des cuenta de lo frágil que es la vida cuando tu médico te dice: ‘Tío, te estabas muriendo'», dice Mark a The Boot. «Una vez que se te pasa el susto, te das cuenta de lo que estás dejando. Ahí es donde realmente te molesta. Nunca me di cuenta de lo valioso que es tu tiempo y de lo rápido que puede desaparecer.
«No dejaba de pensar en esa canción de Tim McGraw, ‘Live Like You Were Dying'», continúa. «Puedo recordar literalmente que me desperté el día después de mi operación pensando en ella. Me encantó esa canción desde la primera vez que la escuché y, de repente, fue como ¡guau! Estoy en el hospital planeando cosas que hacer cuando salga de aquí; voy a hacer esto y esto, voy a dedicar más tiempo a mis hijos, no voy a dejar que las pequeñas cosas de la vida me estresen, no voy a preocuparme por las cosas que no puedo cambiar. Todas estas cosas pasaban por mi cabeza. Te das cuenta de lo que es importante».
Mark ha pasado la mayor parte de su tiempo de recuperación en su casa cerca de Atlanta, Ga. con su esposa Kelly y sus dos hijas, Mally (12) y Macey (7). Mark admite que le está costando adaptarse a todo el tiempo de inactividad.
«No estoy acostumbrado a estar tanto tiempo sin hacer nada», dice. «Me canso mucho más que antes. No he hecho ningún entrenamiento con armas. No soy capaz de correr. Lo último que quiero hacer es abrirme las tripas ahora mismo. Pero volveré. Esto no es el final de ninguna manera. Quizá sea un nuevo comienzo. Estoy bastante entusiasmado con eso. Creo que será bueno».
«Estoy agradecido de estar vivo», admite Mark. «Realmente ha sido una patada en el trasero. Me sentía invencible, y todos nos sentimos invencibles. No creo que haya nadie por ahí con 37 años que no haya tenido un problema de salud que no se sienta invencible. Sabemos que no vamos a vivir para siempre, pero al mismo tiempo, si nunca te ha pasado nada, ‘¡estoy bien! No me va a pasar nada'».
Antes de su emergencia médica, Mark había estado en el estudio trabajando duro en lo que él llama su «mejor trabajo hasta ahora». Hasta ahora se han completado seis canciones para el álbum. Mark volverá al estudio para terminar el proyecto a principios de 2011.
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