En este último estudio, Stewart y sus colegas presentan la idea de que la deficiencia de vitamina D puede estar detrás de todas las teorías mencionadas relacionadas con el TAE.
- La aparición del TAE es más común en la edad adulta temprana
- Alrededor del 75% de los individuos con TAE son mujeres
- Los tratamientos para el TAE incluyen antidepresivos, terapia de luz o una combinación de ambos.
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«Nuestra hipótesis es que, en lugar de funcionar principalmente como un submecanismo proximal o directo en la etiología del TAE, la vitamina D probablemente desempeña un papel más fundacional y regulador al potenciar los submecanismos asociados a los factores depresivos y estacionales», dicen los investigadores.
En primer lugar, los investigadores señalan que los niveles de vitamina D en el organismo fluctúan con los cambios de estación en respuesta a la luz solar disponible.
«Por ejemplo», dice Stewart, «los estudios demuestran que hay un desfase de unas 8 semanas entre el pico de intensidad de la radiación ultravioleta (UV) y la aparición del TAE, y esto se correlaciona con el tiempo que tarda la radiación UV en ser procesada por el cuerpo en vitamina D».
El coautor Michael Kimlin, de la Universidad Tecnológica de Queensland (Australia), afirma que la vitamina D también interviene en la síntesis tanto de la dopamina como de la serotonina, y señala que investigaciones anteriores han asociado los niveles bajos de estos neurotransmisores con la depresión.
«Por lo tanto», añade, «es lógico que pueda haber una relación entre los niveles bajos de vitamina D y los síntomas depresivos». Los estudios también han descubierto que los pacientes deprimidos suelen tener niveles más bajos de vitamina D».
Los investigadores también creen que existe una relación entre la pigmentación de la piel y los niveles de vitamina D, que puede afectar al riesgo de un individuo de padecer TAE. Explican que los estudios han demostrado que las personas con una pigmentación de la piel más oscura corren un mayor riesgo de padecer una deficiencia de vitamina D, y si estos individuos se trasladan a regiones de alta latitud, pueden tener una mayor probabilidad de desarrollar el TAE.
«Lo que sabemos ahora es que hay fuertes indicios de que mantener niveles adecuados de vitamina D también es importante para una buena salud mental. Unos pocos minutos de exposición a la luz solar cada día deberían ser suficientes para que la mayoría de las personas mantuvieran un estado adecuado de vitamina D.»