El Inventario de Depresión de Beck (BDI) se utiliza ampliamente para evaluar el bienestar psicológico de los adolescentes, pero en ocasiones el resultado difiere del diagnóstico. Nuestro objetivo fue identificar los factores asociados a las discrepancias entre las puntuaciones del BDI y la evaluación diagnóstica en pacientes psiquiátricos adolescentes y en la población general.
El estudio incluyó a 206 pacientes hospitalizados (de 13 a 17 años de edad) y a 203 adolescentes no referidos de la misma edad y sexo. Los sujetos del estudio rellenaron autoinformes sobre síntomas de depresión (BDI-21), consumo de alcohol (AUDIT), estilos de defensa (DSQ-40) y autoimagen (OSIQ-R), así como sobre información de fondo y acontecimientos vitales adversos. El diagnóstico se basó en la entrevista K-SADS-PL, y/o en la entrevista clínica y los registros clínicos cuando estaban disponibles.
Comparamos los sujetos que obtuvieron una puntuación en el BDI-21 de 0 a 15 puntos o de 16 a 63 puntos en primer lugar entre los sujetos sin depresión unipolar actual (n = 284), en segundo lugar entre los que tenían depresión unipolar (n = 105). Las puntuaciones altas del BDI-21 en los sujetos sin diagnóstico de depresión (n = 48) se asociaron con el sexo femenino, los acontecimientos vitales adversos, los problemas psiquiátricos de los padres, una mayor comorbilidad, puntuaciones más altas en el AUDIT, una peor imagen de sí mismos y estilos de defensa más inmaduros. Las puntuaciones bajas del BDI-21 entre los sujetos con diagnóstico de depresión (n = 23) se asociaron con el sexo masculino, una imagen de sí mismo más positiva y un estilo de defensa menos inmaduro.
En conclusión, las puntuaciones altas del BDI-21 en ausencia de depresión pueden reflejar una amplia gama de desafíos en el desarrollo psicológico de un adolescente.