Lo más importante que debes saber y enseñar a tus hijos
Principios de vida: Un Código Meridiano Para Líderes
Como artista marcial de toda la vida, siempre he estado obsesionado con el desarrollo del individuo. Me esfuerzo constantemente por mejorarme a mí mismo y compartir con los demás las cosas que me han ayudado. Saber que otros están en un viaje similar para mejorar, y tener la oportunidad de apoyar su viaje, es tan inspirador para mí como el progreso en mi propio crecimiento.
Creo que todos estamos en nuestro propio «viaje del héroe». Para el contexto y la referencia, me basaré en las ideas de algunas de las mentes más grandes de la psicología, incluyendo a Carl Jung, su estudiante Erich Neumann, y el recientemente prominente psicólogo clínico Dr. Jordan Peterson. Sus ideas sobre las historias arquetípicas, específicamente sobre cómo estamos habitados por estos arquetipos, son esenciales y, en mi opinión, faltan en el sistema educativo actual.
No se puede exagerar la importancia de comprender cómo estas historias y los arquetipos se manifiestan en el mundo real y apoyan positivamente el desarrollo individual. Creo, al igual que Jordan Peterson, Jung y Neumann, que las historias transmiten un tipo de significado, sobre cómo actuar y la condición humana, que sabemos que es verdadero sin saber cómo sabemos que es verdadero. Al hablar del mito del héroe, Neumann dice:
«Así, el héroe es el precursor arquetípico de la humanidad en general. Su destino es el patrón de acuerdo con el cual las masas de la humanidad deben vivir, y siempre han vivido, aunque de forma vacilante y distante; y por muy lejos que hayan quedado del hombre ideal, las etapas del mito del héroe se han convertido en elementos constitutivos del desarrollo personal de cada individuo… es evidente que la victoria del héroe trae consigo un nuevo estatus espiritual, un nuevo conocimiento y una alteración de la conciencia.»
Durante varios años he estado trabajando para crear un programa de liderazgo, algo que sea funcional y práctico tanto para niños como para adultos. La siguiente historia es mi mejor intento de capturar mi primera experiencia compartiendo algunas de las ideas que me han ayudado en mi propio viaje con varios de los estudiantes más jóvenes de mi escuela de artes marciales.
Hubo muchas idas y venidas entre lo que se dijo (me gusta involucrar a todo el grupo cuando enseño), y especialmente dado lo rápido que nos movíamos, traté de hacer lo mejor posible para incluir citas donde fuera apropiado.
Y así, me dispuse a enseñar a mis alumnos sobre el viaje del héroe, el equilibrio entre el orden y el caos, y el «tesoro difícil de alcanzar».
Tiempo de clase
Durante la parte de estiramientos de nuestro calentamiento, los chicos se encuentran en lo que llamamos «dragón dormido.»
Pensando en el material del programa de liderazgo y con la curiosidad de ver si a los chicos les interesaría, les pregunto si quieren saber algo chulo sobre dragones. Por supuesto, dijeron que sí.
Dije: «Muy bien, ¿dónde se encuentran los dragones? Salen en todo tipo de cuentos ¿no?». «¡Sí!» «Genial, ¿dónde más encuentras dragones?» «Hay dragones en las películas». «Sí, ¿qué más?» Alguien dice «¿Has visto el Hobbit: La desolación de Smaug?»
«Sip, sí, salen en las películas. ¿Qué más?» Uno de los niños levanta la mano y dice «¡están en el símbolo del Kempo!». Lo tienes – ¡están en el símbolo del Kempo!
¿Cuál es el símbolo del Kempo? Es el tigre y el dragón, enredados juntos, en una batalla. Bien, lo tengo – ¡eso es genial!
¿Y qué crees que significa el símbolo?
«Combate» fue la primera respuesta que escuché. Dije, «vale, pues combate seguro. Pero hay un significado detrás. Hay un significado más profundo en símbolos como ese. Hay una especie de historia, y podemos aprender muchas cosas interesantes de las historias. Podemos aprender cosas realmente importantes (sobre la vida) de las historias!»
«Entonces, ¿cómo averiguamos lo que significa?» Antes de pasar a la siguiente parte, tened en cuenta que estos niños tienen siete, ocho, nueve y diez años: son bastante jóvenes, pero quería ver hasta dónde podía empujarles para que entendieran algunas ideas realmente complicadas. Quería ver si podían seguirme y captar realmente todo el panorama.
«Bueno, vamos a ver cada una de ellas. Decidme, ¿cómo lucha el tigre?». Alguien responde que «usa sus garras». Sí, eso es cierto, y cómo lucha – ¿cuál es su estilo de lucha?» Repasamos todo, desde que son sigilosos -se mantienen agachados para poder abalanzarse- hasta que los tigres se suben a los árboles para poder dejarse caer en una emboscada.
Digo: «¿Has visto pelear a los tigres? Bastante intenso ¿verdad? Entonces, ¿cuál es la principal característica del estilo de lucha del tigre?» Un niño dice: «son agresivos». «¡Bien, esa es una buena!»
«¿Qué más?» La sala se quedó quieta durante un minuto.
Los niños estaban realmente tratando de averiguar lo que le dio al tigre su destreza en la lucha. Todos estaban pensando; se notaba que estaban muy metidos en la discusión. Normalmente los niños pueden ser inquietos y quieren pasar rápidamente a la siguiente actividad. Pero en este caso, estaban concentrados: querían resolverlo para poder escuchar la siguiente parte de la historia. Por supuesto, en este momento estoy encantada porque pienso: ¡sí, está funcionando!
Entonces, dije: «Cada animal tiene algo especial que lo hace importante en el karate. Veamos, ¿qué tiene la serpiente? Qué tiene de especial la serpiente?»
Uno de los niños dice que se mantienen bajos en el suelo y yo dije «eso está bien, ¿y cómo atacan? Cuando una serpiente ataca, ¿es lenta?». «¡No!»
«¡Son rápidas! Cierto», dije, «son súper rápidas».»
«¿Y qué pasa con el tigre? ¿Qué tiene de especial? ¿Qué utiliza para ganar? ¿Cuál es su fuerza?» Uno de los cinturones morados levanta la mano y dice «¿poder?». «¡Eso es, es poder!»
Bien, entonces lo tenemos. El tigre es poder en bruto. Es agresivo, es fuerte, y se basa en el poder para abrumar a lo que está luchando.
«Y, ¿qué pasa con el dragón? ¿Qué tiene de especial el dragón?» Tengo el «¡puede volar!» Sip, puede volar hah. «¡Puede respirar fuego!» Dijo otro niño. «Sí, puede traer fuego, eso está muy bien, ¿no? ¿Qué más?» Un poco perplejo, les incité con, bueno ¿el dragón es una sola cosa, o está formado por diferentes animales? «Diferentes», responden.
«¿De qué clase de animales creéis que está hecho el dragón?». Un niño dice que de serpiente, otro que de león y otro que de pájaro. Perfecto, ¡cierto!
Bien, entonces eso significa que el dragón tiene los rasgos de muchos animales diferentes, es algo así como el depredador definitivo que también puede volar y disparar fuego!
Entonces dije: «¿Qué más tiene de especial el dragón? ¿Dónde vive el dragón y qué tiene allí?». Vive en una cueva dice un niño. «Sí, vive en una cueva, ¿y qué tiene con él en la cueva? ¿Qué guarda?» «¡Tesoro!», gritan casi todos al mismo tiempo. Bien, está guardando un tesoro, eso es genial. Ya hablaremos de eso más tarde.
Todavía impresionado de que estos chicos me sigan, continúo.
«Bien, vale, así que el dragón tiene la velocidad de la serpiente, la fuerza de un gato gigante, el equilibrio de una grulla, la astucia de un leopardo y la agilidad de una mantis religiosa.» Para cualquiera que haya visto Kung-Fu Panda, recordará esa pequeña mantis religiosa que vuela por el aire girando y dando vueltas, esquivando como cuatro tipos malos a la vez – esa es la mantis.
«De acuerdo», dije. «Así que nos dimos cuenta de que el tigre lucha con fuerza bruta y ferocidad. Y hemos averiguado que el dragón tiene las habilidades y destrezas de todos los demás animales. Y también sabemos que el símbolo del Kempo es el tigre y el dragón luchando entre sí en una gran batalla. Entonces, la pregunta es: ¿quién crees que ganará? ¿Ganará el tigre porque está concentrado, es agresivo y puede usar esta ventaja pura, su poder, para aplastar al dragón? ¿Ganará el dragón porque hace esta única cosa realmente bien? O bien, podrías preguntarte: ¿podría el tigre seguir el ritmo del dragón? ¿Ganará el dragón porque tiene la fuerza de todos los animales para utilizarla? ¿Ganará el dragón porque tiene todas las habilidades para manejar a cualquier oponente, o se enredará tratando de hacer demasiado?» Justo entonces uno de los niños grita «tendrá que manejar demasiadas cosas a la vez». Vaya, pensé: lo clavé.
«Esa es una forma inteligente de decirlo», dije.
«Bien, entonces, ¿quién cree que el tigre ganaría?». Rápidamente me di cuenta, después de que una sola mano se levantara, que tenía que ajustar el panorama aquí. Tuve que pedirles que fingieran que el tigre y el dragón tenían más o menos el mismo tamaño. De lo contrario, tendrían a este tigre de tamaño medio (y los tigres no son pequeños), intentando luchar contra un dragón enorme. El pobre tigre no tendría ninguna posibilidad. Así que, imagina que los animales son más o menos del mismo tamaño para que sea una pelea justa y vuelvo a preguntar: «¿quién cree que el tigre?». La mitad de las manos de la clase se levantan. Bien, ahora estamos de vuelta en el camino.
Y entonces digo, «¿quién piensa que el dragón?» La otra mitad de la clase levanta la mano. Entonces pienso para mí: Dios, ¿cómo voy a hablar de la siguiente parte? Justo cuando ese pensamiento pasa por mi cabeza, uno de los cinturones negros júnior levanta la mano y, con un tono extrañamente confiado, dice: «No digo ninguno de los dos, creo que llegará a un empate».»
«¿Un empate?». Pregunté. «¿Qué te hace pensar que será un empate?». Dijo que porque la sabiduría del dragón equilibrará la fuerza bruta del tigre. «¡Vaya!» Dije. «¿En serio? Eso es impresionante, ¡una gran respuesta!». Me acerqué para chocar los cinco con él. «Correcto», dije. «La ferocidad del tigre será equilibrada por la sabiduría y la astucia del dragón. Eso es lo que yo también pienso». Entonces, para mi asombro, uno de los niños dice. «Es como el yin-yang» «¡Sí!» dije acercándome para chocar los cinco también. «Es como el yin-yang. ¿Y cuál es la otra parte del símbolo del Kempo? Mira, está aquí», señalé el parche de mi uniforme con el símbolo del yin-yang detrás del símbolo del tigre y el dragón luchando. «Está justo ahí; también está en tus camisetas, ¿qué es? «Es el yin-yang», dijeron todos. Así es; el yin-yang es también parte del símbolo del Kempo. Es como otro símbolo de la lucha entre el tigre y el dragón.
«¿Y qué significa el yin-yang? ¿Qué representa?»
«El bien y el mal», respondió uno de los chicos. «Bien, eso es bueno. El yin-yang representa el equilibrio entre el bien y el mal, buen trabajo. ¿Qué más? ¿De qué otra forma puedes pensar en ello?» «Luchar contra no luchar», dice un niño. Vale, esa también es buena. ¿Y los colores? ¿Cuáles son los colores? «¡Luz y oscuridad!» Alguien grita. «Genial», digo.
«Piensa en la luz y la oscuridad y piensa en lo que significa si lo miras como situaciones en las que te encuentras, tus circunstancias. ¿De qué otra manera puedes describir el hecho de estar en la luz o en la oscuridad?» Sabía que era una pregunta difícil, así que dije: «Bueno, ¿qué pasaría si de alguna manera pudiera hacer que toda esta habitación estuviera completamente negra para que no pudieras ver nada? ¿Sabrías lo que está pasando y lo que te rodea? ¿Sabríais cómo actuar en esa situación?». Casi todos los niños dijeron «nooo». «Bien, ¿y qué tal cuando hay luz, cuando puedes ver, sabes lo que está pasando entonces?» «Sí», respondieron los niños. «Vale bien, entonces si la luz es donde sabes lo que pasa y la oscuridad es donde no lo sabes, ¿de qué otra manera podemos describir el símbolo del yin-yang?» Una mano se dispara, y sin esperar a que le llamen (como si la respuesta le llegara como un «momento bombilla»), este pequeño dice «conocido y desconocido». «¡Increíble, sois muy listos, tío no me puedo creer lo bien que os va esto!»
«¿Y cómo se convierte lo desconocido en conocido? ¿Qué hay que hacer?» «¡Hay que entrar ahí!», respondió el grupo. «¡Claro! Y, ¿qué tienes que hacer normalmente cuando no sabes algo?» Vi que sabían la respuesta, así que asentí con la cabeza y dije: «así es, tienes que aprender algo». Entonces, cuando aprendes algo nuevo tomas un poco de lo desconocido y lo conviertes en algo que conoces, ¿verdad?». Todos asintieron con la cabeza, así que continué. «¡¿Y no puedes tener miedo de lo que no conoces o si no qué?!» La mitad de las manos se levantaron y dije: «¿Qué es?». «¡No aprenderás nada!» «¡Exactamente, eso es genial, y es algo que es muy, muy importante descubrir! No puedes aprender nada nuevo a menos que seas lo suficientemente valiente para ir a explorar y probar las cosas que no conoces.
«Ahora, cuando aprendes algo nuevo. ¿Es como qué? Acuérdate del dragón». Se pararon a pensar un segundo, luego se les iluminaron los ojos y gritaron: «¡el tesoro!». «Eso es», dije. «El tesoro es como aprender cosas nuevas, tener nuevas experiencias que te enseñan algo. Es adquirir conocimientos, y eso se encuentra en lo desconocido. Así que te adentras en lo desconocido para aprender algo nuevo, y luego puedes compartirlo con los demás; eso suena bien, ¿no? Piensa en lo que se necesita para hacer algo nuevo. Tienes que mojarte los pies, tienes que aprender algo, tienes que cometer errores y fracasar muchas, muchas veces antes de cogerle el tranquillo a las cosas y sentir que sabes lo que está pasando.»
«Muy bien, ¿cuál es otra forma de describir lo conocido y lo desconocido? Te daré una pista, piensa en limpio y desordenado. Imaginad vuestra habitación. Tenéis que hacer la cama, ¿verdad? *El grupo asiente*. Bien, cuando vuestra cama está hecha, y habéis recogido vuestra ropa, habéis organizado vuestras cosas del colegio, y vuestros juegos y juguetes vuestra habitación está bastante limpia. ¿Cómo es eso? ¿Cómo lo describirías? ¿Dirías que tu habitación está en buen qué?» «¿Ordenada?» preguntó uno de los niños. «¡Eso es!» dije, «¿y qué es lo contrario del orden?». Casi inmediatamente, uno de los alumnos habla y dice «¡caos!». ¡Exactamente! dije.
Como nota al margen, ni siquiera estaba seguro de que los niños conocieran estos términos, pero lo hicieron – eso es bastante impresionante.
«Entonces, cuando todo es conocido, está limpio y organizado, eso es el orden. Y, cuando las cosas están desordenadas, en desorden, y no sabes dónde están las cosas y qué está pasando, eso es el caos». De nuevo, todavía asombrada de que los niños no se limiten a seguirles la corriente, sino que creen la siguiente parte de la lección por su propia curiosidad, hago la siguiente pregunta.
«Muy bien, así que nos hemos dado cuenta de que se pueden ver las cosas como caos y orden. Si las cosas son así, ¿cuál crees que es la mejor manera de ser? ¿Cómo navegar por eso? ¿Qué deberías hacer?». Casi todos lo entendieron enseguida, y respondieron: «quieres estar justo en el medio», dice un chico, «quieres estar equilibrado», comenta otro. «Eso es genial», dije. «Justo en el medio, esa es la línea entre el orden y el caos, entre lo que sabes y lo que no sabes, y quieres estar caminando por la cuerda floja entre los dos»
«¿Por qué no quieres estar en un lado o en el otro? Bueno, si estás en un lugar donde sabes todo lo que pasa, entonces no hay nada nuevo, las cosas son aburridas, y no estás aprendiendo nada ni mejorando. Por otro lado, si estás en un lugar donde no sabes nada de lo que está pasando, donde estás completamente en el caos, te sientes totalmente abrumado, te congelas porque las cosas son demasiado para ti. Entonces, queremos estar en el medio ¿no?». La clase asiente.
Cuando estás en el medio, estás en un lugar en el que sabes lo suficiente sobre lo que está pasando para orientarte, tienes un terreno sólido en el que apoyarte, y tienes la confianza para explorar y ser curioso. Pero las cosas también son lo suficientemente nuevas como para obligarte a vivir una nueva experiencia, en la que te ves obligado a usar tu valor para luchar contra el dragón, ¡y el dragón está donde está el tesoro! El dragón tiene el tesoro, y el tesoro es el conocimiento que puedes usar para ti mismo, que te hace más fuerte, y que también puedes llevar a la aldea para mejorar la vida de los demás. Cuanto más cómodo te sientas con lo desconocido, cuanto más y más te enfrentes al dragón, más conocimiento ganarás, ¡y más tesoro conseguirás!»
«Ahora, la batalla con el dragón, ¿crees que será fácil?» «No» dice la clase, continuando totalmente envuelta en la historia. «Definitivamente no. ¡La lucha con el dragón va a ser dura! Pero, si no exploras lo desconocido, nunca llegarás al tesoro. La lucha va a ser un reto, ¡pero merece la pena! ¿Cuál es la alternativa? Si no vas a la batalla contra el dragón, te quedarás como estás, y eso puede parecer seguro, pero es súper aburrido: nunca llegarás a ser mejor de lo que eres ahora. No ganarás conocimientos, no aumentarás tus habilidades, no desarrollarás tu valor y confianza. Es posible que te equivoques, que fracases, pero también puedes aprender de ello. Puedes hacerte más fuerte a partir de ese error si piensas en qué te equivocaste y qué podrías hacer mejor. Entonces podrás volver a luchar contra el dragón, pero esta vez tendrás más posibilidades de salir victorioso. Esas victorias pueden ser aún más importantes, aquellas en las que lo intentas y lo intentas, y fracasas muchas veces, pero finalmente ganas. Esas son algunas de las victorias más gratificantes, ¡y te enseñan a no rendirte!»
«Ahora, pensad en esto: ¿se siente bien ganar la batalla y descubrir el tesoro?». Todos los niños, casi inclinados hacia delante con los ojos bien abiertos dicen: «sí». «Sí se siente bien, ¿verdad? Entonces, cuando haces algo difícil, cuando aprendes algo nuevo y tienes una nueva experiencia, en realidad se siente bien. Vosotros tenéis esa sensación todo el tiempo, pensad en la primera vez que aprendéis un nuevo movimiento; es difícil al principio y os cuesta hacer el movimiento correctamente, pero seguís intentándolo y practicando y entonces ¿qué pasa?» «¡Tus movimientos mejoran!», grita uno de los niños. «Sí», digo yo. «¡Tus movimientos mejoran! Conviertes algo que es nuevo y desconocido en algo que dominas y con lo que te sientes cómodo.»
«Pensemos en esto en otra situación en la que probablemente hayas estado antes. ¿Has estado alguna vez sentado en el comedor o fuera durante el recreo, o quizás estás en un evento de una fiesta de cumpleaños donde hay un montón de gente nueva? Y, en ese evento, ¿hay un niño al que te gustaría presentarte, del que te gustaría ser amigo? «Sí», reconoce al menos la mitad de la clase. «Vale, bien, ¿cuál es el orden? Ahí no vas a saludar, no te arriesgas a presentarte. Te quedas donde sabes que es seguro y sabes que incluso puedes sentirte mal por no haberte atrevido a ir a conocer a esa nueva persona. ¿Cuál es el caos? El caos es subir y presentarte. Eso es lo desconocido. No sabes cómo van a reaccionar. No sabes si van a ser amables y van a querer hablar contigo, y no sabes si van a ser malos o te van a tratar como un bicho raro por acercarte y hablar con ellos. Entonces, ¿qué deberías hacer? ¿Deberías quedarte donde es seguro o deberías salir y tratar de conocer a alguien nuevo? ¿Cuál es el tesoro potencial si vas a saludar?» «Puedes hacer un nuevo amigo», responden los niños.
«¡Exactamente!» Dije. «¡Si dices hola, entonces podrías hacer un nuevo amigo! ¿Quién sabe cuánto puede durar esa amistad? ¡Podrías construir una gran amistad que dure el resto de tu vida! Ese es el tesoro, pero tienes que ser lo suficientemente valiente como para levantarte e ir allí!»
Como los niños asintieron su comprensión, les dije: «¡muy bien, habéis estado increíbles con esto!» Queriendo darles un pequeño empujón a su autoestima añadí: «¡no puedo creer lo inteligentes que sois lo habéis hecho genial! Ahora, antes de pasar a practicar nuestro material, quiero que recuerden esta historia y que piensen en ella después. Recordad la historia del tigre y el dragón. Recordad el yin-yang. Recuerda que el dragón, lo desconocido, es donde está el tesoro, y que luchar contra el dragón va a ser duro, pero también es la única manera de llegar al tesoro. El equilibrio en la línea entre los dos es donde estás lo suficientemente seguro para no ser abrumado por el caos, pero eres lo suficientemente valiente para experimentar y aprender algo nuevo, para ganar conocimiento, para hacer un nuevo amigo.»
Cuando terminamos la lección y los niños se dispersaron para empezar a practicar su karate, pude ver que tenían un poco más de ánimo en su paso. Durante el resto de la clase, les vi practicar con una mayor concentración e intensidad, pero también con sonrisas en sus caras que transmitían un nuevo nivel de confianza. Exactamente lo que esperaba que sucediera.
Este es el tipo de programa de liderazgo que quiero poder compartir con los niños. No sólo con los niños sino también con los adultos. Para los adultos, porque sé que hay tanto que gestionar en el día a día, que puede ser una lucha para impartir lecciones como esta, lecciones que todos quieren que sus hijos sepan. Puede ser difícil encontrar la manera correcta de explicar y compartir estas lecciones. Eso es lo que espero ofrecer: una especie de recurso o plano, un juego de herramientas para ayudar a los niños a mejorar su comprensión del mundo y cómo actuar en él. Una referencia que puedan utilizar, cuando se encuentren con las situaciones y los sentimientos difíciles del crecimiento, para superar esas situaciones de forma positiva. No sólo eso, sino que también quiero proporcionar a los padres un conjunto de herramientas para hablar de temas complejos con sus hijos de una manera que sea eficaz y produzca resultados positivos con los que los padres puedan sentirse bien. Un kit de herramientas que realmente interesa a los niños. Un kit de herramientas que los niños quieren escuchar y aprender.
Sigo pensando, ¿por qué creemos que tenemos que esperar a que los niños se gradúen en la universidad para que descubran cómo funciona el mundo y cómo interactuar con él? Eso parece demasiado tarde y el período de adaptación que tendrán que pasar para entender las cosas estará lleno de trampas (innecesarias). Considere esto en el contexto de nuestra cultura actual, especialmente en lo que respecta a los adolescentes y la abrumadora atracción de cosas como las redes sociales y la tecnología, que se suman al estrés que siente el individuo medio. Va a ser extremadamente difícil, incluso doloroso. ¡Inútilmente doloroso! Muchos de nosotros hemos experimentado esta sensación nosotros mismos. Piensa en lo que has tenido que pasar para llegar a donde estás ahora. Imagina si hubieras estado expuesto a ideas poderosas como ésta a una edad mucho más temprana y hubieras podido practicar la puesta en práctica de ese conocimiento.
Imagina cuánta más práctica tendrán estos niños para tomar buenas decisiones, y cuánta más exposición tendrán para trabajar en las decisiones que tomen, con personas como sus padres y mentores, teniendo estas ideas como un fuerte marco para sus procesos de pensamiento. Todavía no he descubierto cómo puedo seguir su progreso a lo largo del tiempo después de haber aprendido estas cosas, pero, por experiencia personal, siento que es valioso tanto para los niños como para los adultos, que estas ideas pueden proporcionar una base mucho más fuerte para el carácter, un sentido de confianza, y algo de valor directo. Creo que estas ideas pueden ayudar a las personas a convertirse rápidamente en individuos inteligentes, asertivos, autosuficientes, con los pies en la tierra y humildes, que pueden enfrentarse al mundo de frente y forjar su propio camino.
Y eso es lo que intento hacer. Estoy tratando de dar a nuestros hijos (al mundo de los adultos también) las herramientas para aspirar a algo bueno. Intento compartir las herramientas que me han ayudado a mí y a muchos otros a desarrollar un sentido y un propósito. Intento capacitar a la gente para que encuentre la plenitud y el éxito. Quiero ayudar a los que están en su propio viaje del héroe a descubrir y aprovechar su fuerza interior. A medida que uno se acerca a su pleno potencial, se convierte en un líder – no sólo en sus propias vidas, sino en sus familias, y las comunidades a medida que envejecen.
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