Identificación de los principales mamíferos domésticos
Aunque el tamaño puede ser una guía útil al principio, no hay que fiarse completamente de él. Las formas y los tamaños de la mayoría de las razas domésticas han cambiado considerablemente a lo largo del tiempo y las diferencias entre las razas modernas y las más antiguas son a menudo bastante pronunciadas. Por ejemplo, la diferencia de altura media a la altura del hombro entre el ganado de la Edad de Hierro y el moderno puede llegar a ser de 40 cm.
Vacuno frente a caballo
Los restos fragmentarios de vacuno y caballo se confunden a menudo debido a su similitud de tamaño, pero hay varios elementos que demuestran diferencias significativas (¡aparte de los cuernos!).
La figura 1 muestra los cráneos de las dos especies. Las diferencias más importantes a tener en cuenta son la bóveda craneal mucho más pequeña en los caballos en comparación con los bovinos y la diferencia en la forma de la mandíbula. La parte delantera del cráneo es mucho más plana y ancha en el ganado vacuno.
Figura 1: Cráneos de vacuno (L) y de caballo (R)
Si se dispone de dientes, la identificación es mucho más fácil, ya que los dientes de las dos especies (especialmente los molares) son muy diferentes. Estos pueden verse en la figura 2. Como se puede ver, los dientes de los caballos son mucho más cuadrados en perfil y planta que los de los bovinos, con un patrón de pliegues de esmalte radicalmente diferente.
Figura 2: Primeros molares de bovinos y caballos (inferiores)
Los huesos largos de bovinos y caballos también muestran diferencias muy marcadas, especialmente (aunque no exclusivamente) los fémures y los metapodiales. La figura 3 muestra los fémures de vacuno y de caballo. La diferencia más aparente en estos huesos es la fijación muscular mucho mayor en el extremo proximal del fémur del caballo en comparación con el del ganado vacuno (¡los caballos corren más rápido que el ganado vacuno!).
Figura 3: Fémures del ganado vacuno (izquierda) y del caballo (derecha)
Las diferencias en los metapodios son también resultado de la fisiología. El ganado vacuno pertenece al grupo de mamíferos conocido como artiodáctilos, (mamíferos con pezuñas pares), mientras que los caballos pertenecen al grupo de los perisodáctilos (mamíferos con pezuñas impares). Como puede verse en la figura 4, los metacarpianos del ganado vacuno están formados por dos huesos fusionados que dejan un surco entre ambos. El primer metacarpo del caballo está formado por un solo hueso. Los bovinos tienen dos pezuñas que dan lugar al característico «carrete de algodón» doble en el extremo distal, mientras que los caballos sólo muestran un único «carrete de algodón» debido al casco único.
Figura 4: Primeros metacarpianos del bovino y del caballo
Los astrágalos del bovino y del caballo también son característicos (véase la figura 5). Los astrágalos del caballo tienen una forma diferente a la de la mayoría de los ungulados debido a la estructura de la extremidad inferior.
Figura 5: Astrágalos de vacuno (izquierda) y de caballo (derecha)
Oveja frente a cerdo
Al igual que con los restos de vacuno y de caballo, las ovejas y los cerdos se confunden a menudo debido a sus tamaños similares.
La figura 6 muestra las diferencias en los cráneos de oveja y de cerdo. La diferencia más notable es la bóveda craneal mucho más alta y plana en los cerdos en comparación con las ovejas. Nótese también el diferente perfil de la mandíbula. Por suerte, los dientes de los cerdos son los más característicos de los mamíferos domésticos.
Figura 6: Cráneos de oveja (arriba) y de cerdo (abajo)
La figura 7 muestra los molares de los cerdos y las ovejas. La forma diferente de las cúspides en el diente de cerdo es inmediatamente evidente y es muy diferente del perfil en forma de «W» de los dientes de oveja que se parecen un poco a los dientes de ganado en miniatura.
Figura 7: Primeros molares de oveja y de cerdo (inferiores)
Las diferencias morfológicas son también muy evidentes entre las escápulas de oveja y de cerdo, estando la espina de la escápula en los cerdos plegada y mucho más centrada en la hoja que en las ovejas (ver
Figura 8).
Figura 8: Escápulas de ovejas y cerdos
La forma de la extremidad inferior (metapodio y falanges) es más compleja en los cerdos que en las ovejas, con cuatro falanges distintas sin fusionar entre sí, a diferencia de las ovejas, que tienen un único metacarpiano compuesto por dos huesos fusionados (véase la figura 9). Al igual que en el caso del ganado vacuno, esto ha dado lugar a una forma de doble «carrete de algodón» en el extremo distal de las ovejas.
Figura 9: Extremidades inferiores de las ovejas y los cerdos
Perro frente a gato
Si bien las diferencias en los perros y los gatos están más allá del alcance de esta introducción, vale la pena señalar una diferencia en el húmero distal, ya que su robustez significa que es uno de los elementos más comúnmente encontrados en los sitios arqueológicos. Como se puede ver en la figura 10, tanto el húmero del perro como el del gato tienen un agujero (foramen) a través de la articulación distal. En los perros, éste atraviesa la articulación, mientras que en los gatos corre hacia un lado.
Los cerdos tienen 4 metapodios, todos sin fusionar, en comparación con un único metapodio en las ovejas Metapodio único fusionado.
Figura 10: Húmeros de perro y gato
Como se mencionó al principio de esta guía, se necesita tiempo para adquirir experiencia en el manejo de una variedad de huesos tanto en el lugar como en las colecciones de referencia para llegar a ser competente en la identificación de una gama más amplia de especies. Sin embargo, los libros pueden ser de gran ayuda. Los más útiles son los siguientes:
Hillson, S. 2002 Mammal Bones and Teeth: An Introductory Guide to Methods of Identification. Left Coast Press.
Pales, C. y 1971 Atlas Osteologique pour servir a l’identification des Lambert, L. Mammiferes du Quaternaire.
Schmid, E. 1972 Atlas of Animal Bones.
White, T. 2011 Human Osteology. Tercera edición. Academic Press.
Cohen, A. y 1991 Manual para la identificación de los huesos de aves de los yacimientos arqueológicos de Serjeantson, D.