En los países occidentales, cuando se crían para el consumo humano, los insectos se someten a las mismas normas de seguridad que cualquier otro alimento. La Administración de Alimentos y Medicamentos, dentro de la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos (Ley FD&C), establece que «El término «alimento» significa (1) artículos utilizados para la alimentación o la bebida para el hombre u otros animales, (2) goma de mascar, y (3) artículos utilizados para los componentes de cualquier artículo de este tipo.» Por lo tanto, al entrar los insectos en dicha categoría, deben ser seguros y no pueden llevar ninguna sustancia venenosa o deletérea añadida que sea insegura. Dichos artículos no pueden ser preparados, envasados o mantenidos en condiciones insalubres, y deben ser producidos de acuerdo con las Buenas Prácticas de Manufactura (GMP) vigentes, regulaciones para la fabricación/procesamiento, envasado o mantenimiento de alimentos humanos. La Ley FD&C también incluye requisitos relativos al etiquetado de los alimentos y a los controles preventivos, según corresponda. Los fabricantes tienen la responsabilidad de garantizar que los alimentos que producen para el mercado de Estados Unidos son seguros y cumplen con la Ley FD&C y la normativa de aplicación de la FDA.
El procesamiento puede realizarse de forma comercial o local, dependiendo de la popularidad en una región concreta. El proceso comienza con la eliminación de las entrañas del insecto (opcional). A continuación, se envían para ser conservados o liofilizados. Para ello se utiliza arpillera o polipropileno. Una vez que están completamente conservados/secados, se envían para su almacenamiento. Los insectos pueden ser refrigerados o procesados en polvo.
La harina de grillos se hace con grillos liofilizados. Luego, los grillos se hornean para facilitar el procesamiento. Una vez horneados, se muelen en trozos muy finos. La congelación, el horneado y el secado dan lugar a una textura de polvo marrón oscuro.