Las formas farmacéuticas (también llamadas dosis unitarias) son productos farmacéuticos en la forma en que se comercializan para su uso, con una mezcla específica de ingredientes activos y componentes inactivos (excipientes), en una configuración particular (como la cubierta de una cápsula, por ejemplo), y repartidos en una dosis particular. Por ejemplo, dos productos pueden ser ambos amoxicilina, pero uno está en cápsulas de 500 mg y otro en comprimidos masticables de 250 mg. El término dosis unitaria también puede abarcar a veces los envases no reutilizables (especialmente cuando cada producto farmacéutico está envasado individualmente), aunque la FDA lo distingue por «envasado» o «dispensación» de dosis unitaria. Dependiendo del contexto, la dosis unitaria múltiple puede referirse a distintos productos farmacéuticos envasados juntos, o a un único producto farmacéutico que contiene múltiples fármacos y/o dosis. El término forma de dosificación también puede referirse a veces sólo a la formulación farmacéutica de la(s) sustancia(s) medicamentosa(s) constitutiva(s) de un producto farmacéutico y cualquier mezcla involucrada, sin tener en cuenta otros aspectos (como la forma en que se configura finalmente como un producto consumible, como una cápsula, un parche, etc.). Debido a los límites algo imprecisos y a la superposición poco clara de estos términos y de ciertas variantes y calificativos dentro de la industria farmacéutica, a menudo se aconseja tener precaución cuando se conversa con alguien que puede no estar familiarizado con el uso del término por parte de otra persona.
En función del método/vía de administración, las formas farmacéuticas son de varios tipos. Entre ellas se encuentran muchos tipos de formas farmacéuticas líquidas, sólidas y semisólidas. Las formas de dosificación más comunes son la píldora, el comprimido o la cápsula, la bebida o el jarabe, y la forma natural o herbácea, como la planta o el alimento, entre muchas otras. En particular, la vía de administración (ROA) del fármaco depende de la forma farmacéutica de la sustancia en cuestión. Una forma de dosificación líquida es la forma líquida de una dosis de un compuesto químico utilizado como fármaco o medicamento destinado a su administración o consumo.
Pueden existir varias formas de dosificación para un mismo fármaco en particular, ya que diferentes condiciones médicas pueden justificar diferentes vías de administración. Por ejemplo, las náuseas persistentes, especialmente con vómitos, pueden dificultar el uso de una forma de dosificación oral y, en tal caso, puede ser necesario utilizar una vía alternativa como la inhalatoria, bucal, sublingual, nasal, supositorio o parenteral en su lugar. Además, una forma de dosificación específica puede ser un requisito para ciertos tipos de medicamentos, ya que puede haber problemas con varios factores como la estabilidad química o la farmacocinética. Por ejemplo, la insulina no puede administrarse por vía oral porque, al ser administrada de este modo, se metaboliza ampliamente en el tracto gastrointestinal (TGI) antes de llegar al torrente sanguíneo y, por tanto, es incapaz de alcanzar suficientemente sus destinos terapéuticos. Las dosis orales e intravenosas de un medicamento como el paracetamol diferirán por la misma razón.