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Causas comunes de la falta de aliento crónica

La mayoría de las veces, la falta de aliento crónica o recurrente indica un problema en los pulmones o el corazón. Muchos casos de disnea son tratables una vez que se diagnostica la causa de su síntoma. Es posible que tenga que acudir a un neumólogo, que trata los trastornos pulmonares y respiratorios, o a un cardiólogo, que trata las afecciones cardíacas. El tratamiento depende de la causa, de su edad, de la gravedad de los síntomas y de las enfermedades coexistentes. Las afecciones crónicas más comunes que causan disnea son las siguientes.

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es un trastorno pulmonar que implica la inflamación y el daño de las vías respiratorias y el tejido pulmonar, causando un flujo de aire limitado. Ambas formas de EPOC, el enfisema y la bronquitis crónica, suelen aparecer juntas y afectan sobre todo a los fumadores actuales y antiguos.

Síntomas asociados: La bronquitis suele provocar una tos crónica que produce flema, mientras que la tos causada por el enfisema es seca. La EPOC también puede producir sibilancias, opresión en el pecho, infecciones respiratorias frecuentes y fatiga.

La insuficiencia cardíaca se produce cuando los daños en el músculo del corazón impiden que éste bombee suficiente sangre para satisfacer las necesidades del organismo, lo que provoca falta de aire, retención de líquidos y fatiga.

Síntomas asociados: Las personas con insuficiencia cardíaca tienen dificultad para respirar, especialmente cuando están tumbadas sobre la espalda. También pueden despertarse por la noche jadeando. La retención de líquidos puede causar hinchazón de los pies, los tobillos, las piernas y, a veces, del abdomen. La falta de aire grave, acompañada de sibilancias, tos y flema rosada teñida de sangre, es un signo de edema pulmonar (acumulación de líquido en los pulmones). Esta afección requiere atención médica inmediata, especialmente si va acompañada de latidos cardíacos rápidos o irregulares, dolor en el pecho o desmayos, síntomas que podrían indicar un ataque cardíaco.

La enfermedad pulmonar intersticial hace referencia a un amplio grupo de trastornos crónicos en los que se daña el tejido pulmonar, se inflaman las paredes de los sacos de aire de los pulmones y comienza la cicatrización (fibrosis) en el intersticio, los tejidos del interior de los pulmones que dan soporte a los sacos de aire. La cicatrización dificulta la llegada de suficiente oxígeno a los pulmones. Las causas van desde las enfermedades del tejido conectivo, como la artritis reumatoide y el lupus, hasta los fármacos utilizados para la quimioterapia o las enfermedades cardíacas, pasando por la exposición ambiental a materiales tóxicos como el amianto.

Síntomas asociados: Otros síntomas dependen de la causa subyacente y pueden incluir una tos seca persistente, fatiga, pérdida de apetito y pérdida de peso.

El asma, que a menudo se considera una enfermedad infantil, también afecta a los adultos mayores. El asma inflama y estrecha las vías respiratorias, dificultando la entrada y sobre todo la salida del aire de los pulmones. Factores desencadenantes como el polen, la caspa de las mascotas, el moho y el ejercicio suelen desencadenar ataques de asma.

Síntomas asociados: Otros síntomas pueden incluir sibilancias, tos y opresión en el pecho.

El desacondicionamiento físico -o estar fuera de forma- puede causar falta de aire en las personas cuando intentan hacer ejercicio. El desacondicionamiento es un debilitamiento del corazón y otros músculos y una disminución de la función del corazón y de los vasos sanguíneos como resultado de la inactividad prolongada. El desacondicionamiento es más común en adultos mayores sedentarios.

Síntomas asociados: Para algunas personas desaconsejadas, la actividad normal, como subir escaleras, puede provocar falta de aire. El desacondicionamiento también puede provocar fatiga.

La obesidad puede impedir que el tórax se expanda completamente al respirar. El peso excesivo alrededor de los pulmones y en el abdomen que presiona contra el tórax aumenta la cantidad de esfuerzo necesario para respirar, lo que conduce a una condición conocida como síndrome de hipoventilación por obesidad, que a su vez puede conducir a la insuficiencia cardíaca.

Síntomas asociados: Las personas con síndrome de hipoventilación por obesidad suelen tener apnea del sueño -también causa de falta de aire- y fatiga, además de disnea.

La anemia se produce cuando el organismo no tiene suficientes glóbulos rojos para transportar una cantidad adecuada de oxígeno a los tejidos y órganos para satisfacer las demandas del cuerpo.

Síntomas asociados: La actividad física provoca falta de aire; otros síntomas pueden ser fatiga, debilidad, mareos o aturdimiento, piel pálida y frecuencia cardíaca rápida, especialmente durante el ejercicio.

Otras causas de disnea son la presión arterial alta en las arterias de los pulmones (hipertensión pulmonar), el líquido en la cavidad torácica (derrame pleural) y el cáncer de pulmón.

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