Escifozoos: Historia de la vida y ecología

La mayoría de las medusas escifozoas son pelágicas, formas que nadan libremente en el océano abierto. Algunas especies pequeñas son planctónicas y un orden, el Stauromedusae, es sésil en el fondo del océano. Todos los escifozoos son marinos, aunque ocasionalmente se han registrado algunas formas de agua dulce.

Aunque muchas especies viven en solitario, algunas como la Aurelia pueden viajar en bancos de cientos a miles de individuos que se extienden por decenas de kilómetros. Estas acumulaciones masivas pueden causar problemas de pesca, obstruyendo las redes y dificultando su limpieza. A veces, grandes bancos son arrastrados a la costa por las tormentas; estas medusas varadas hacen que la costa sea insegura para los humanos, y su descomposición tampoco huele muy bien.

Los alimentos y los desechos deben entrar y salir por la misma abertura, ya que, como otros cnidarios, no tienen tracto digestivo. Los cilios dentro de la cavidad digestiva mueven el agua y los alimentos y gases disueltos. Mientras que las medusas más pequeñas pueden alimentarse de partículas de comida atrapadas en el agua, las más grandes son depredadoras de peces o de invertebrados nadadores. Lo consiguen utilizando células urticantes especiales para inmovilizar a sus presas.

Las células urticantes de las medusas, o cnidocistos, se encuentran en los brazos orales, y no en los tentáculos periféricos. Aunque muchas medusas no tienen ningún efecto sobre el ser humano, algunas medusas urticantes pueden herir a los nadadores causándoles fiebre y calambres, o incluso la muerte. Incluso los tentáculos rotos o los cuerpos de las medusas varadas pueden ser peligrosos. Algunos peces jóvenes, que son inmunes a las picaduras, viajan con las medusas para alimentarse fácilmente o para protegerse.


La medusa Cassiopeia. Foto © 1993 Smithsonian Institution.

La pequeña medusa tropical Cassiopeia, fotografiada a la derecha, es inusual entre las medusas. Se encuentra en el fondo en aguas poco profundas, con su boca y tentáculos orientados hacia arriba. Su boca es muy reducida y no se utiliza mucho. En su lugar, la medusa obtiene la mayor parte de la nutrición que necesita de dinoflagelados simbióticos que viven dentro de los tejidos de su cuerpo.

La biología reproductiva de las medusas no está bien estudiada. El género mejor estudiado es Aurelia, y esa información se presentará aquí. Hay sexos separados, macho y hembra, aunque no se distinguen fácilmente a la vista. La reproducción comienza cuando el macho libera esperma a través de su boca en el agua circundante. Estos nadan hasta la hembra, donde entran en su cavidad oral central para alcanzar los huevos. Una vez fecundados, los cigotos emergen en los brazos orales para desarrollarse durante un tiempo, convirtiéndose en larvas que se depositan en el fondo del océano. El pólipo resultante comienza a brotar asexualmente, liberando medusas que nadan libremente y se convierten en adultos. Algunos otros escifozoos viven únicamente como pólipos o como medusas, y no alternan entre estas dos fases como lo hace Aurelia.

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