- Bombeo sanguíneo hacia los brazos y las piernas.
- Disminución de la actividad de secreción de movimientos estomacales (la sangre se desvía del estómago hacia los músculos , por lo que su actividad disminuye).
- Liberación de adrenalina o incremento de dopamina.
Ciertamente, pueden aparecer escalofríos como reacción al estrés saludable, pero también al negativo. «Por ello, es muy difícil situarlo dentro de un contexto patológico; además, muchas veces es malinterpretado e incluso incomprendido», puntualizó.
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«Piel de gallina»
El organismo es capaz de reaccionar a la vibración. Cuando se generan ciertos cambios, como movilizaciones de energía, contracciones musculares, entre otros, surge una estimulación capaz de ser detectada por la piel.
«Esta sensación puede darse si el estímulo es positivo o negativo; por ejemplo, cuando vemos a una persona que es atractiva para nosotros, cuando presentamos un examen o cuando nos encontramos en una situación altamente estresante en un callejón oscuro», aseveró.
Independientemente de la causa del escalofrío, es sumamente importante que conozcas tu cuerpo, con el fin de detectar cualquier síntoma anómalo. Recuerda que los escalofríos, así como otros indicios ligados a infecciones y enfermedades, son una señal que permite actuar a tiempo para prevenir o combatir una afección. Si tienes dudas, visita a un médico.