Titanic dio al público el final que buscaba reuniendo a Rose y Jack tras su muerte, pero al hacerlo también faltó al respeto a otro personaje y a nadie pareció importarle. James Cameron ya se había hecho un nombre en la industria del cine en la década de los 90 gracias a películas como Terminator, Terminator 2: El día del juicio final y Mentiras verdaderas, pero su mayor proyecto por aquel entonces llegó en 1997 con Titanic, una película de romance y desastre basada en los relatos del hundimiento del RMS Titanic en 1912.
Titanic seguía a Rose DeWitt Bukater (Kate Winslet) y Jack Dawson (Leonardo DiCaprio), dos pasajeros de diferentes clases sociales que se enamoraron a bordo del famoso barco durante su malogrado viaje inaugural. La película fue un gran éxito, tanto de crítica como de espectadores, convirtiéndose en la película más taquillera de la historia en su momento (posteriormente superada por Avatar de Cameron en 2010). Titanic fue alabada por sus efectos visuales y actuaciones, y aunque a algunos les cautivó la historia de amor en medio del desastre, también fue un punto criticado, ya que a muchos les pareció débil. Sin embargo, lo que muchos parecen olvidar es un personaje menor en la vida de Rose al que la película jodió por completo.
Cuando los espectadores conocieron a Rose, fue presentada como «Rose Calvert», ya que se casó con un hombre con ese apellido en algún momento. Cuando el público se trasladó a 1912 para conocer a la joven Rose, se presentó a su prometido Cal Hockley (Billy Zane), pero aunque sus nombres suenan similares, a medida que avanzaba la historia se reveló que nunca se casó con Rose. Al final de Titanic, Rose explicó que Cal se suicidó tras perder su fortuna en el crack de Wall Street de 1929, y que tras la muerte de Jack, ella empezó de nuevo con otro nombre. Rose hizo lo que Jack le hizo prometer que haría y se casó, tuvo hijos y murió muchos, muchos años después. Rose se casó con un hombre llamado «Calvert», al que nunca le habló de Jack y que no tenía un lugar en sus recuerdos, ya que cuando la cámara hacía un paneo sobre todas las fotos que traía, el señor Calvert no aparecía por ningún lado.
La escena final de Titanic vio a Rose -en lo que algunos aún debaten si es su llegada al más allá o sólo un sueño- reuniéndose con Jack en la Gran Escalera del Titanic, rodeada de los que murieron en el barco. Ya sea en el más allá o en un sueño, Rose volvió con Jack, demostrando que nunca llegó a amar a otra persona tanto como amaba a Jack. Rose nunca encontró el consuelo que tuvo con Jack con nadie más, y aunque dijo que amaba al misterioso Sr. Calvert, éste fue dejado de lado todo el tiempo. El Sr. Calvert sólo estuvo ahí para llenar el vacío de lo que le sucedió a Rose después de que el Titanic se hundiera y Jack muriera, demostrando que ella logró seguir adelante (hasta cierto punto), y aunque fue la relación más larga y estable que tuvo, nunca será más importante que su romance de dos días con Jack Dawson.
Por supuesto, esto se puede justificar de diferentes maneras, como que la vida después de la muerte en la que terminó Rose es una para aquellos vinculados al Titanic de una manera más profunda (ciertamente, Cal no estaría allí), descrito por algunos como el «Club del Titanic», o, simplemente, por la película es todo acerca de la historia de Rose y Jack, con el Sr. Calvert siendo sólo un personaje añadido para explicar la vida post-Titanic de Rose, y por lo tanto no merecía mucha atención. Aun así, y dado que se reconoció su existencia (aunque brevemente), el final de Titanic hizo mal al Sr. Calvert, y todo lo relacionado con él sigue siendo un misterio.
Adrienne Tyler es redactora de artículos para Screen Rant. Es una licenciada en Comunicación Audiovisual que quería ser directora de cine, pero la vida tenía otros planes (y le salió genial). Antes de Screen Rant, escribía para Pop Wrapped, 4 Your Excitement (4YE) y D20Crit, donde también era invitada habitual del podcast Netfreaks. También fue colaboradora de FanSided’s BamSmackPow y 1428 Elm. Adrienne está muy metida en el cine y le gusta un poco de todo: desde películas de superhéroes, hasta dramas desgarradores, pasando por películas de terror de bajo presupuesto. Cada vez que consigue comprometerse con una serie de televisión sin aburrirse, un ángel obtiene sus alas.
Cuando no está escribiendo, puedes encontrarla intentando aprender un nuevo idioma, viendo hockey (¡vamos Avs!… Pero también Caps y Leafs), o preguntándose cómo habría sido la vida si Pushing Daisies, Firefly y Limitless no hubieran sido canceladas. La comida del desayuno es la vida y el café es lo que hace girar al mundo.
Guillermo del Toro le dijo «hola» una vez. Fue genial.
«Vänligheten är ett språk som de döva kan höra och de blinda kan se».
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