E. D. Hirsch

En The Making of Americans (2010), Hirsch explicó su posición como «liberal político» y «conservador educativo»:

Soy un liberal político, pero una vez que reconocí la relativa inercia y estabilidad de los conocimientos previos compartidos que los estudiantes necesitan para dominar la lectura y la escritura, me vi obligado a convertirme en un conservador educativo. … La lógica me obligó a concluir que alcanzar el objetivo democrático de una alta alfabetización universal requeriría que las escuelas practicaran una gran medida de tradicionalismo educativo.

Proponentes y críticosEditar

Desde que «Cultural Literacy» se publicó por primera vez en The American Scholar en 1983, Hirsch ha sido a menudo abrazado por los conservadores políticos y atacado por los liberales y progresistas. William Bennett, un prominente conservador que fue presidente de la Fundación Nacional para las Humanidades y posteriormente secretario de Educación de EE.UU., fue uno de los primeros defensores de los puntos de vista de Hirsch.

El profesor de la Universidad de Harvard Howard Gardner, más conocido por su teoría de las inteligencias múltiples, ha sido durante mucho tiempo un crítico de Hirsch. Gardner describió uno de sus propios libros, La mente disciplinada (1999), como parte de una «dialéctica sostenida» con E. D. Hirsch, y criticó el plan de estudios de Hirsch como «en el mejor de los casos superficial y en el peor antiintelectual». En 2007, Gardner acusó a Hirsch de haberse «tragado una caricatura neoconservadora de la educación estadounidense contemporánea»

Aunque reconoce que la crítica y el debate «han sido muy buenos para el negocio», Hirsch ha expresado abiertamente su frustración por las continuas acusaciones de elitismo intelectual y racismo. En cuanto a las frecuentes comparaciones de Cultural Literacy de Hirsch con The Closing of the American Mind de Allan Bloom, que se publicó más o menos al mismo tiempo, Hirsch ha declarado: «Eso fue sólo mala suerte… Allan Bloom era realmente un elitista»

En realidad, las críticas a Hirsch proceden tanto de círculos progresistas como conservadores. Como explica Jason R. Edwards:

Los opositores de la izquierda política suelen acusar a Hirsch de elitismo. Peor aún, en sus mentes, la afirmación de Hirsch podría conducir a un rechazo de la tolerancia, el pluralismo y el relativismo. En la derecha política, Hirsch ha sido tachado de totalitario, ya que su idea se presta a entregar la selección del plan de estudios a las autoridades federales y, por tanto, a eliminar la consagrada tradición estadounidense de escuelas controladas localmente.

Influencia en el Reino Unido

El ex secretario de Educación del Reino Unido, Michael Gove, expresó públicamente su admiración por E. D. Hirsch ya en 2009, y los observadores de la educación han sugerido que el plan de estudios nacional revisado propuesto por primera vez por Gove en 2011 estuvo muy influenciado por Hirsch.

Influencia en otros paísesEditar

PortugalEditar

E. D. Hirsch fue invitado a Portugal en 2004 por el entonces ministro de Educación David Justino y posteriormente participó en una conferencia organizada por Nuno Crato. En esta ocasión, fue entrevistado por varios medios de comunicación. Sus puntos de vista formaron parte del debate educativo público desarrollado durante algunos años después de su visita. Posteriormente, sus ideas fueron muy influyentes, concretamente durante el mandato del ministro Nuno Crato (2011-2015) en el que se reorganizaron los planes de estudio y se introdujeron estándares («metas curriculares»). Estos estándares destacan explícitamente los conocimientos esenciales que deben dominar los alumnos y se construyeron de forma progresiva, sistemática y por capas, inspirados en las ideas de Hirsch. Diversos analistas atribuyen a estos estándares rigurosos y exigentes, entre otros factores, la notable mejora en 2015 de los resultados de los alumnos portugueses en los estudios internacionales PISA y TIMSS.

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