Si siente una descarga eléctrica que le atraviesa el pecho como un rayo y que desaparece tan rápido como llegó, no está solo y es poco probable que tenga que llamar al 911.
Las molestias momentáneas en el pecho no son necesariamente señal de un ataque al corazón. Normalmente, las personas experimentan dolores fugaces en la zona del pecho, incluyendo molestias puntuales que reaccionan a los cambios de posición en la respiración, molestias en el pecho que mejoran con el ejercicio y el síndrome de la descarga eléctrica.
Estas sensaciones son bastante típicas y no son una causa inmediata de alarma, dice el Dr. Curtis Rimmerman, cardiólogo de la Clínica Cleveland. Aunque Rimmerman subraya que los síntomas de un infarto o de una angina de pecho varían considerablemente según la persona, cuando las personas sufren un infarto, «normalmente no encuentran una posición que alivie las molestias. Tampoco encuentran alivio ingiriendo líquidos, tomando antiácidos o respirando profundamente. Cuando aparece el malestar o el dolor cardíaco, es implacable»
Si experimenta dolor, presión o malestar en el centro del pecho, en los brazos, la espalda, la mandíbula, el cuello o el estómago, combinados con una pronunciada falta de aliento, sudor frío, náuseas, o fatiga o aturdimiento que dura más de cinco minutos, debe acudir a un profesional médico inmediatamente.
En caso de duda, Rimmerman sugiere pecar siempre de precavido y acudir al médico o a urgencias.