Directorio, Directorio francés, el gobierno revolucionario francés establecido por la Constitución del Año III, que duró cuatro años, de noviembre de 1795 a noviembre de 1799.
Incluyó una legislatura bicameral conocida como el Corps Législatif. La cámara baja, o Consejo de los Quinientos (Conseil de Cinq-Cents), estaba formada por 500 delegados, mayores de 30 años, que proponían la legislación; el Consejo de los Antiguos (Conseil des Anciens), estaba formado por 250 delegados, mayores de 40 años, que tenían el poder de aceptar o vetar la legislación propuesta. Los Antiguos también elegían al ejecutivo -los cinco Directores- a partir de listas elaboradas por los Quinientos. Los Directores debían tener al menos 40 años y haber ejercido anteriormente como diputados o ministros; cada año se elegía uno nuevo, por rotación. Los Directores elegían a los ministros del gobierno, los embajadores, los generales del ejército, los recaudadores de impuestos y otros funcionarios. Sin embargo, aunque nominalmente heredaban muchos de los poderes centralizados del antiguo Comité de Seguridad Pública, no tenían fondos para financiar sus proyectos ni tribunales para hacer cumplir su voluntad. El Directorio fue un experimento fatal de poderes ejecutivos débiles; se creó como reacción a la dictadura puritana que había existido bajo el Reinado del Terror de 1793-94, y acabaría cediendo ante la dictadura más disciplinada de Napoleón Bonaparte.
El Directorio sufrió una corrupción generalizada. Su política tenía como objetivo proteger las posiciones de los que habían apoyado la Revolución y evitar el regreso de los Borbones. A pesar de su desagradable reputación, consolidó muchos de los logros de la Convención Nacional, como la creación de un sistema de escuelas centralizadas de élite, las grandes escuelas. La economía francesa se recuperó de los trastornos causados por el Terror, y los éxitos de los ejércitos franceses sentaron las bases para las conquistas del periodo napoleónico.