El mantenimiento regular de la chimenea o del tubo de la estufa es la forma más fiable de eliminar la creosota y el hollín. Los depósitos se eliminan con fregadores de chimeneas o cepillos para tubos de estufa. Los tubos de las estufas pueden desmontarse para su limpieza, pero las chimeneas de ladrillo son fijas y suelen limpiarse frotando hacia abajo con un cepillo para chimeneas desde el techo y hacia arriba desde el hogar con un cepillo de alambre. Los propietarios a veces tienen la tentación de encender un fuego caliente para quemar los depósitos de creosota. Esto no es prudente porque la creosota puede arder como un fuego extremadamente caliente en la chimenea y dañar la chimenea y la estructura de la casa.
Consejos importantes
Se recomienda la inspección anual de la chimenea por parte de un servicio de deshollinador cualificado para prevenir incendios peligrosos en la chimenea. Entre las inspecciones, los propietarios pueden ayudar a prevenir la peligrosa acumulación de hollín y creosota con el uso de los eliminadores de hollín y creosota RUTLAND.
Para determinar la frecuencia con la que debe utilizar los eliminadores de hollín y creosota RUTLAND, es importante tener en cuenta el tipo de madera que quema, la frecuencia con la que utiliza su aparato de combustión de madera y la temperatura a la que arde el tipo de madera que utiliza.