Dados

Engañar con dados

Los dados perfectos también se conocen como dados justos, niveles o escuadras, mientras que los dados que han sido manipulados, o fabricados expresamente para hacer trampa, se conocen como dados torcidos o trucados. Estos dados se han encontrado en las tumbas del antiguo Egipto y Oriente, en tumbas prehistóricas de América del Norte y del Sur y en tumbas vikingas. Hay muchas formas de dados torcidos. Cualquier dado que no sea un cubo perfecto no actuará según las probabilidades matemáticas correctas y se denomina forma, ladrillo o plano. Por ejemplo, un cubo que ha sido recortado en uno o más lados para que tenga una ligera forma de ladrillo tenderá a asentarse con mayor frecuencia en sus superficies más grandes, mientras que un cubo con biseles, en el que uno o más lados han sido recortados para que sean ligeramente convexos, tenderá a rodar por sus lados convexos. Los dados torcidos son los más comunes. Los dados cargados (llamados tappers, missouts, passers, floppers, cappers, o spot loaders, dependiendo de cómo y dónde se ha aplicado el peso extra) pueden resultar ser cubos perfectos cuando se miden con calibradores, pero el peso extra justo debajo de la superficie en algunos lados hará que los lados opuestos salgan más a menudo de lo que deberían. Las formas de dados anteriores se clasifican como dados de porcentaje: no siempre caerán con la cara prevista hacia arriba, pero lo harán con la suficiente frecuencia a largo plazo para que los tramposos ganen la mayoría de sus apuestas.

Un dado con una o más caras duplicadas cada una en su cara opuesta y con ciertos números omitidos producirá algunos números con una frecuencia desproporcionada y nunca producirá otros; por ejemplo, dos dados marcados respectivamente con duplicados de 3-4-5 y 1-5-6 nunca pueden producir combinaciones que sumen 2, 3, 7 o 12, que son las únicas combinaciones con las que se puede perder en el juego de los dados. Este tipo de dados, llamados «busters» o «tops» y «bottoms», son utilizados por regla general sólo por los tramposos expertos en dados, que los introducen en el juego mediante un juego de manos («switching»). Dado que es imposible ver más de tres caras de un cubo en un momento dado, es poco probable que los jugadores inexpertos detecten los dados de arriba y de abajo.

Otra forma de hacer trampas con los dados produce tiros controlados, en los que uno o más dados justos se hacen girar, se tiran o se lanzan para que una o varias caras salgan, o no salgan, dependiendo del efecto deseado. Conocida con nombres tan pintorescos como el tiro de látigo, el tiro de manta, el tiro de deslizamiento, el tiro de giro y el tiro griego, esta forma de hacer trampas requiere una considerable destreza manual y práctica. El miedo a esta habilidad llevó a los casinos a instalar mesas con las paredes de los extremos inclinadas y a insistir en que los dados se lanzaran de forma que rebotaran en ellas.

Dan Glimne

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