Partes: Primero, mire las partes usadas.
¿Son de Equipo Original (OEM)? ¿Recicladas (LKQ)?
Tipo de trabajo: En segundo lugar, fíjese en el precio de la mano de obra. Los precios de la mano de obra varían de un taller a otro e incluyen cosas como la carrocería, la pintura y los materiales, todo ello en una cifra por hora.
Daños ocultos: En tercer lugar, ¿hay daños ocultos? La mayoría de los talleres le darán un «Estimado Preliminar». Esto incluye los daños que son visibles mirando desde el exterior.
A menudo hay «daños ocultos» adicionales debajo de los paneles exteriores de la carrocería que tendrán que ser contabilizados después del desmontaje.
La parte más importante de la elección de un taller es la confianza que usted pone en ellos para realizar un trabajo de calidad.
Un precio inicial más bajo puede resultar más costoso en el futuro. Desarrolle una relación con su profesional de la reparación de colisiones y haga muchas preguntas.
Si el taller es reacio a explicarle el presupuesto línea por línea o a decirle de dónde proceden las piezas, entonces puede ser mejor buscar en otra parte.
Averigüe si las reparaciones están respaldadas por una garantía de por vida y si el taller está registrado en el BBB.