En los mamíferos existe un conducto mamario para producir leche. El conducto mamario es un órgano conocido como glándula exocrina, que es un tipo de glándula que segrega una sustancia. El conducto mamario es una glándula sudorípara ampliada. La glándula mamaria, o conducto mamario, está compuesta por alvéolos. Los alvéolos tienen un tamaño de unos pocos milímetros y forman cavidades en la mama. Estas cavidades se llenan de células creadoras de leche llamadas células cuboidales, que están rodeadas por las células mioepiteliales. Cuando los alvéolos se combinan se denominan lobulillos. En la anatomía del pezón, el conducto galactóforo drena desde cada uno de los lobulillos. Los seres humanos tienen dos glándulas mamarias complejas (una en cada mama), que se componen de unas 10-20 glándulas mamarias simples. «Glándula mamaria simple» se refiere al tejido que segrega leche y que desemboca en el conducto galactóforo de cada mama. Una glándula mamaria compleja se compone de glándulas mamarias simples que sirven a un pezón. La glándula mamaria es estimulada por la oxitocina, una hormona que se libera cuando el bebé mama del pecho. Esto envía un mensaje al cuerpo de que la leche que se había almacenado en las glándulas mamarias está lista para ser liberada y secretada a través del pezón. El conducto mamario crecerá en varios momentos a lo largo del ciclo vital de un ser humano, incluyendo las etapas embrionarias y las de la pubertad.